Historia del inicio

Mensajes : 73 Fecha de inscripción : 01/12/2009 Edad : 31

Año 3050, la Gran Batalla:

Fueron muchos los que intentaron detenerla pero aún así nada fue posible. Una batalla de dimensiones épicas acababa de desencadenarse.

No era una guerra cualquiera. No se recordaría así sin más. Sin lugar a dudas, cada golpe de espada cambiaría el mundo tal y como lo conocemos.

Desde los inicios de la vida, siempre se ha sabido que luz y oscuridad serían eternos rivales. La coexistencia era necesaria pero aún así, inaguantable. El odio, el rencor, la superioridad y el menosprecio habían llegado por ambas partes a su punto álgido. Pero cómo toda historia, esta también tiene su principio.

Era 2940, cuando el Gran Rey Shalash , gobernante supremo del reino demoníaco; raptó, violo y asesinó a la princesa Mira, hija del Gran Rey Lubiel, soberano de los ángeles. Shalash, la quería unicamente para sí, pero la posibilidad de que alguien más pudiera tan siquiera mirarla, lo cegó de celos contra el mundo, hasta el punto de asesinarla. Mira, que era una muchacha de espectacular lar belleza y pureza inigualable, era uno de los mayores tesoros del reino angelical.

Este hecho cegó de furia a Lubiel, hasta el punto de hacerle decidir acabar con esa guerra milenaria librando una última batalla contra el mal. Decidido a dejar claras sus intenciones, Lubiel declaró firmemente la guerra a Shalash crucificando y quemando a sus tres esposas, cómo castigo divino a su pecado.

Desde entonces, hasta el primer enfrentamiento de la Gran Batalla, transcurrieron alrededor de 100 años. Durante ese tiempo, ambos bandos tuvieron tiempo para armarse y prepararse.

Ambos bandos estaban dispuestos a todo con tal de ganar esta batalla. Por parte de los demonios, había razas consideradas "inferiores" que se habían aliado a su causa. Muchos de ellos provenían de los Eldars, elfos que con el paso del tiempo habían caído en la soberbia, sucumbiendo a la oscuridad hasta el punto de perder algunos de sus rasgos comunes con los humanos; los mortíferos Vampiros, seres mitológicos de gran renombre, ansiosos de sangre, buscando principalmente venganza contra aquello que les impedía campar a sus anchas; los humanos, cegados por esa característica tan propia de ellos, la avaricia. Muchas otras razas se unieron a la oscura causa por ansias de poder o por el simple gozo de matar.

Su ejercito, que en total sumaba casi 666 millones de soldados de diferentes razas unidas bajo un mismo mandato, estaba dividido en cuatro grandes escuadrones: Los de larga distancia, dotados de arcos, magia y diferente armamento militar (por parte de humanos, claro); los aéreos, formados por toda criatura alada y vehículos voladores; la más grande de las cuatro, la terrestre, situados a primera linea de combate, formado por toda criatura con sed de sangre y plena locura, armados simplemente con armas cuerpo a cuerpo, y por último, la más importante, la formada por los más altos rangos de cada raza, la que lideraba totalmente ese gran ejercito.

Por parte de los ángeles, había otras razas que habían decidido unirse para proteger su causa.

Eldars que no habían sucumbido a su lado oscuro eran apenas una minoría; los fieros Licántropos, buscando la muerte de su eterno rival, habían decidido apuntarse a sus filas; una ínfima parte de humanos que aún creían en la bondad y el bien, los cuales buscaban el final de la guerra y la salvación de aquellos que si habían caído en la avaricia del mal; los Yan, hijos de los dragones, seres mitológicos que ya se habían extinguido hacía millones de años, que eran totalmente fieles a sus creencias y sus principios sobre el bien; gran parte de los mestizos que tomaron parte en esa gran guerra esperando encontrar su lugar en el mundo. Otros seres de menor calibre que formaron parte por aquellos a quienes llamaban amos. Su ejercito no se quedaba atrás en cuanto a número con respecto a el de su rival, ya que constaba de 777 millones de soldados repartidos de una forma similar al ejercito de los demonios, aunque gran parte formaba lo llamado primera linea de tiro y no eran considerados propiamente soldados de aquella guerra.

La Gran Batalla entra las dos grandes razas duró otros 100 años, concluyendo con la decapitación de Shalash delante tanto de todos sus súbditos como del ejercito vencedor a manos de un arcángel.

La Herna y el Apocalipsis:

Aunque la muerte del Gran Rey se indicó como el final de la batalla, las consecuencias de esta duraron unos cuantos años más, ya que la exterminación de toda criatura de mal conllevó mucho más tiempo del supuesto por los ángeles.

Los supervivientes de la Gran Batalla a las ordenes del Mal, tuvieron solo dos opciones: rendirse y convertirse en esclavos de todos aquellos aliados del bien o convertirse en fugitivo y morir a manos de aquellos que se hacían llamar los “Limpiadores”, seres dedicados a matar a todo aquel que aún luchaba por la causa contra-angelical. Aun que algunos fueron degenerando hasta matar por mera diversión.

Durante esos años, los seres del mal fueron desapareciendo (sobretodo los demonios) y el bien fue reinando en su totalidad cada rincón del mundo.

Pero aquello no era del todo perfecto ya que todo mundo desarrollado y con su naturaleza tiene que mantener un equilibrio entre el bien y el mal. En ese momento se había roto, desencadenado unas consecuencias de magnitud inalcanzable a la mente. Con cada demonio portador de un poco de mal que moría, ese equilibrio se hacía más y más frágil, hasta que el último ser demoníaco murió a manos de un ángel. Fue entonces cuando ocurrió la verdadera batalla por la supervivencia.

Aunque desde la Gran Batalla ya se habían empezado a notar consecuencias de esa ruptura, a los habitantes del mundo aquella catástrofe les pilló por sorpresa. Mató a millones y sólo dejo a unos pocos, a los afortunados.

Nunca se supo que ocurrió exactamente. El caos inundó las calles y poco a poco fue paliando sus embestidas, hasta dejar un mundo en ruinas. Pero cuando parecía que todo había acabado, ocurrió. Una gran explosión pareció dejar sin respirar por unos instantes el mundo. Aquella catástrofe, que fue causada por el desequilibrio total, hizo lo nunca pensado: unir en uno todos los tiempos, pasado, presente y futuro.

Esto ocurrió a causa de que la gran “explosión” que causó llegó a afectar el espacio-tiempo, haciendo grandes daños a este y causando la posible llegada del Apocalipsis final.

No se sabe cómo, ni por qué. Nadie le ha encontrado sentido a esto. aún así, para evitar que todo se extinguiera se unieron todos los tiempos en uno, juntando a todos los seres, todas las culturas y todo lo posible a imaginar. Todo completamente era todo uno.

Actualmente, han pasado 15 años después de la tragedia. La gente empieza a retomar las calles. El mundo empiezo a mirar hacia adelante. Pero una nueva sombra se cierne sobre todos los seres, y será necesaria mucha mas fuerza de la pensada, cuando ni siquiera los seres de cada tiempo han conseguido acostumbrarse al que podría ser un estado eterno.

Welcome to the Eternity World.

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