Un no muy buen comienzo

El mercado....Lleno de ruido, figuras extrañas que hiban y venian comprando, vendiendo, robando... sobreviviendo, El mundo cambiado desde hacia años, las criaturas con recelo se miraban pero convivian... o almenos eso parecia.

En la entrada del mercado, de un momento a otro una figura delgada de mujer de largos cabellos se recorto, miro a los guardias que custodiaban el lugar y siguio su paso tranquilo pero seguro, su mirada escudriñaba los rostros de aquello seres que llenaban el lugar, pronto desde todas parte llegaban mercaderes ofreciendole lo que fuera que estuvieran vendiendo, con una simple pero muy clar amirada les daba a entender que no les interesaba, y que se alejaran de ella, Los mercaderes moelsto al no poder haber vendido, volvian a sus tiendas a regañadientes, y se preparaban para ir como pirañas al siguiente ser que se asomara al lugar.

La mujer de cabellos rojos continuo su camino hasta llegar a una fuente en lo que ella creía era el centro del mercado donde estaba, con un largo suspiro se dejo caer sentandose sobre el borde de la fuente, agacho la cabeza y de uno de sus bolsillos extrajo una pequeña fotografía, la miro y elevo la vista hacia la gente que caminaba sin prestarles atención.
¿Como se supone que encuentre a alguien que nunca he visto? La chica suspiro y se guardo la fotografía en el bolsillo nuevamente Si no fuera por que Riuuyin me pidio buscar... ahora estaria en otra cosa..., la chica se volteo a ver como el agua caia por la estructura de la fuente, metio sus dedos en el agua para luego refrescarse la frente con ellos. sin duda su caminar había sido largo y tedioso, el cansancio se apoderaba de ella; el estomago de la joven comenzo a gruñir, la chica se llevo una de sus manos al estomago y cerro los ojos,Tengo hambre..., ¿cuantos dias llevaba sin llevarse una buena comida a la boca?, ni ella lo sabía a ciencia cierta, lo unico que tenía claro, que a un año de que Riuuyin se fuera de su lado, la vida de errante se había convertido en su vida; no estaba segura del como ni el porque la había tomado pero... ya era muy tarde para cuestionarse esas cosas.

Rápidamente la chica se levanto de donde estaba y se fue a buscar un local donde hubiera comida, al poco andar, se topo con un hombre de rudo aspecto que vendía frutas, sin dudarlo se acerco a él.

- Disculpe buen señor... a cuanto tiene las... Manzanas? - la chica hablo mientras miraba a su alrededor. el hombre de la tienda se volteo a mirarla y sonrio torcidamente, sin duda imagenes poco deseadas para la chica habian pasado por la mente del ho,bre, quien tratando de parecer galante la miro y respondio
- Para una joven tan bella como usted, pues... podria hacerle un precio generoso por todo lo que quiera... - El tono pervertido en el hombre dio alerta a la chica la cual se alejo un paso del puesto mientras lo miraba fijamente

- no se preocupe solo digame a cuanto tiene las manzanas y yo le pagare...- La chica se toco los bolsillos tratando de encontrar dinero para pagar por aquella manzana que aliviaria su hambre. el sonido de lso golpes se mesclaba con el de su estomago hambriento, cerro los ojos por unos segundos, comenzaba a dolerle el hambre. Ignoro aquel dolor un poco más mientras se buscaba el dinero, cuando cayo en cuenta que no tenia nada para pagar, trago saliva y miro al tipo, el hombre sonrio satisfecho, ella tendria que acceder si queria comer.

- Podemos llegar a un acuerdo... tu sabes... satisfactorio para ambos-el hombre se acerco unos pasos a la muchacha, ella, se alejo, pero el hombre la tomo del brazo y la atrajo a su cuerpo de campesino sudoroso, la chica hizo una mueca de asco y comenzo a removerse tratando de zafarse -no te resistas... si quieres comer... deberas ser comida antes...- La chica comenzaba a impacientarse y con un tono practicamente gutrural respondio - si no me dejas... me asegurare de que nunca seas capaz de volver a "comerte" a alguien...- El hombre sonrio torcidamente, mientras que la pelirroja trataba de soltarse, mientras que el tipo, llevaba su boca al cuello de ella trando de besarla.

*Caminaba con el mercado como si fuese una humana cualquiera con mis alas escondidas cuándo presencié una extraña escena en un puesto de manzanas. con todo el gentío que había, pude acercarme y escuchar lo que pasaba. La chica tenía una pinta francamente no muy buena y parecía muy hambrienta. Ví lo que el tendero pretendía y me acerqué a dónde la chica como si la conociese desde siempre*

-¡Hermana! ¿Cuántas veces te tengo dicho que no te escapes?

*la regañé mientras aquella intervención alejó las intenciones del tendero que ya sólo la sujetaba*

-¿Es su hermana? No se parecen en nada...

*me preguntó sorprendido evaluándo mi figura, algo que ignoré*

-Si aunque nuestros padres eran distintos.

*mentí con naturalidad*

-Me intentó robar una manzana, así que la sujeté para que la pagase.

*me contó el tendero*

-¿Cómo? ¡De ésta no te libras!

*la regañé y me giré hacia el tendero*

-Deme un kilo de ellas, por favor, ahora mismo se las pago.

*le dije mientras sacaba unas monedas*

-En seguida.

*el tendero fué y me dio la cantidad que le había pedido. le pagué y cogiendo la caja con las manzanas y agarrando a la chica la alejé de aquél puesto. Cuándo llegamos a una plaza mas tranquila, la sonreí y la entregué la caja*

- Toma, come... lamento el espectáculo, pero ví lo que intentaba y no supe otra forma de ayudarte... ¿cómo te llamas? mi nombre es Bäerêtsa.

*la dije con una sonrisa cálida*

La chica que se hacia llamar Bäerêtsa se habia presentado con tanta naturalidad con tanto desplante y tan rápidamente que no dejo a la pelirroja actuar como ella deseaba... o como debía hacerlo, la escena era tan rápida que la pelorrija se dejo llevar, hasta que su mente aturdida por la falta de alimento logro reaccionar una vez que ya se encontraba sola con la chica. La Chica pelirroja lo primero que hizo cuando estuvierona solas, fue tomar una de las manzanas y darle un gran mordisco disfrutando de su dulce sabor, de pronto como recordando la prescencia de Bäerêtsa, se trago lo que tenia en la boca y la miro

-Soy Phoenix-La chica le dio aquel alias que por años la seguia, y lo seguiria haciendo, no se avergonzaba de su nombre, de hecho lo amaba, una bella combinación de recuerdos entre su familia y Riuuyin. -Y.. gracias por lo de allá, el tipo, como la mayoria de los hombres que infectan el mundo, son de esa manera- Phoenix se acomodo la Katana de tal manera que quedara detras de ella y siguio comiendo la manzana,-Y Gracias por esto... Bäerêtsa-la chica elevo la manzana a modo de referencia, para luego mirar hacia la dirección de la tienda del tipo. Phoenix suspiro e hizo un movimiento de manos casi imperceptible y de pronto la tienda de aquel hombre comenzo a arder -Conmigo no se juega idiota-, pensó mientras veía el lugar quemarse rápidamente

*la sonreí*

-De nada, me parecía que tenía que irte a ayudar...

*de repente me cayé al ver como ardía el puesto y miré a Phoenix*

-¿Has hecho tu eso...? Bueno, no sé para que pregunto, al fin y al cabo no te conozco y fuera hay habilidades muy extrañas.

*comenté y miré las manzanas*

-¿Puedo coger una? Me acaba de entrar hambre.

*dije con una sonrisa y añadí*

-Sí, la verdad que a veces es odioso lo de algunas personas... y lo peor de todo es que les da igual lo que los demás sientan, lo hacen porque quieren, por avaricia, por saciar un deseo cuándo se puede controlar... y van en contra de los derechos de alguien.

*comenté; estaba claro que no me gustaban aquellas actitudes*

Phoenix Asintio ante la peticion de la chica de cojer una manzana, mientras que ella misma seguia comiendo de la suya.
Habia algo en la chica que a phoenix le llamaba la atención, podria ser de todo, pero no estaba segura, despues de todo había vivido apartada por años, y desde hace dos o quisas tres años habái vuelto a ver lo que eran ahora las ciudades, suspiro ante la ensoñación de su pasado cuando pequeña, de los bosques y todo eso, ahora... ahora era tan complicado todo que ya nadie entendia bien lo que pasaba.
Lo que si estaba segura de entender es que aquello chica sabía muy bien lo que queria, lo que le agrada y lo que le desagradaba, y la actitud del viejo le desagradaba. Ya eran dos.

El puesto del hombre ardio febrilmente hasta que no quedo nada, apesar de lso esfuerzos de las persoans de alrededor de apaciguar el fuego, este no hacia más que aumentar y aumentar. Phoenix no pudo evitar sonreir ante la desesperación de aquel hombre, no era malvada, ni rencorosa, solo algo vengativa.

-Las personas se han vuelto, si es que ya no lo eran antes, en seres despreciables que solo buscan su satisfacción, no les interesa el futuro... auqneu en estos tiempos hablar de futuro es utópico. aun así no piensan en nada, solo destruyen por querer sus beneficios- Obvio la pregunta si lo del fuego había sido ella y lo desvio continuando con la charla de "desprecio a la humanidad", humanidad de la cual ella misma era participe, pero se negaba a actuar como ellos, despues de todo esa era lo que la sparaba de los seres destructivos

*Cogí la manzana y le pegué un buen mordisco mientras observaba cómo el puesto ardía*

-Sí, la verdad esque el agoísmo ha llegado a unos límites increíbles... y todo por un puñado de monedas... sino fíjate en los antiguos dragones, se extinguieron por la avaricia de un puñado de cazadores y mercaderes que en vez de esperar a que murieran y aprovechar las escamas y los huesos iban a matarlos hasta extinguirlos... lo único que queda ahora son los semidragones, y les están dando la misma caza.... dicen que ya son muy escasos.

*comenté con repugnancia y tristeza mientras le pegaba otro mordisco a la manzana furiosa*

Dragones.. auquella palabra transporto a Phoenix a su infancia cuando su padre le contaba historias fantasticas de seres supuestamente jamas vistos, seres bellos grandes, fantasticos, seres de honor y poder infinito, seres, que por respeto, el padre de Phoenix había decidido no cazarlos.
La pelirroja sonrio recordando meintras seguia comiendo, suspirando lamio un poco la carnosa manzana para luego vovler a morderla y comer de ella.


-Estupides humana... humana esta demas, solo los humanos son estupidos- ¿Como podia insultarse a simisma, bueno, eso no era lo que ella pensaba, ya que como le dijo Riuuyin en su tiempo, ella era un Fénix, y eso, eso estaba más allá de los simples y vanos humanos.

Phoenix elevo la vista y sonrio levemente - pues con los tiempos que corren... para los semi dragones es más fácil ocultarse.
Pero abandonando la conversación, puedo preguntarte de donde eres?- La curiosidad se había apoderado de Phoenix... pero no se arrepentia de ello, ¿Quien o que era esa chica?, no sabía pero tenía ganas de averiguarlo

-Soy de éste reino... crecí con una familia de campesinos.

*respondí vagamente pero sin mentir, al fin y al cabo mis padres adoptivos habíans dio campesinos. No quería dar mas detalles y preferí seguir con el tema de la estupidez humana*

-Realmente odio a los cazadores, no sé quienes se creen ser para ir asesinando a seres que prácticamente están en peligro de extinción por un puñado de monedas... me pregunto que harán si logran matar a los pocos que quedan...

*comenté con hastío y añadí*

-Pero los dragones son sólo eso, un ejemplo... me hubiese gustado conocer a uno.

*comenté con un suspiro de nostalgia, realmente me hbiese gustado ver a uno puro, pero nunca podría hacerlo, tendría que conformarme con las historias qye me contaron mis verdaderos padres*

La chica evadia el tema, pero mostraba real pasión por detestar a los cazadores; Phoenix sonrie mientras la escuchaba, ella decia qeu era de ese reino... y Phoenix?, bueno tal como lo decidio hace un años, era una errante... y no tenía trabajo... determinado al menos.

-Mi padre decia que los dragones eran seres maravillosos... y apesar de que su morfología lo hiciera lo más preciado, ellos podrían entregar todo lo que necesitaramos-La nostalgía invadio la voz de Phoenix... Se padre... ¿Hace cuanto no hablba de él?... muchos años de seguro, suspiro nostalgica y miro a la chica que tenía a su lado - Pero... tambien decia que podria seguir existiendo alguno... posibilidad remota, pero a él le gustaba pensar en ello-

*mi rostro se entristeció, sabía perfectamente que no quedaba ninguno*

-Sí, ellos se podían arrancar las escamas si querian y entregarlas, o cuándo morían se podían recoger... no pierden calidad. Pero claro, los huesos son otro cantar... no los podías cojer de un dragón vivo. He leído un libro del futuro en el que decía que los cazadores también lograron exterminar a los semidragones... sin embargo, con ésta fusión de los tiempos, pueden viajar libremente... pero no se ha retrocedido tanto como para haber salvado a los dragones, están extintos... para siempre, aunque no me agrade en absoluto esa idea...

*la miré*

-¿tu padre murió? Creo que sería uno de los pocos humanos que esconderían a un semidragón si se lo encontrase en peligro... pero tampoco estoy segura, al fin y al cabo, muchas veces esconder a uno puede tener malas consecuencias... sin embargo, tengo entendido que los dragones eran muy leales y a su manera agradecidos, algo de todo eso debe de correr por los semidragones... o eso supongo.

*dije, estaba pensando en que cuándo tuviese escamas lo primero que haría sería forrar mi ropa por dentro y lo segundo forrar la de william por dentro para que estuviese mas protegido, aún cuándo él se negase a aquello le convencería*
*Algo de mis pensamientos debió de reflejarse en el exterior puesto que mi rostro cambió al de una enamorada.*

*noté unos brazos por el cuello que desprendían un aroma que conocía demasiado bien y le sonreí*

-Hola William... justo estaba pensando en tí.

*le dije con una deslumbrante sonrisa y fuí a hacer las presentaciones*

- Phoenix, éste es mi chico William... Will, ésta es Phoenix, el tendero de aquel puesto la iba a violar o eso me parecía, así que la he rescatado haciéndome pasar por su hermana... luego no sé porqué empezó a arder ese puesto.

*dije feliz y añadí*

- Comentábamos la estupidez humana del egoísmo con los dragones como ejemplo... se extinguieron por la avaricia de los cazadores y mercenarios que querían hacerse ricos, llegando incluso a crear esas condenadas matadragones... dicen que a veces están hechas de escamas de los propios dragones.

*comenté con fastidio mientras mordía la manzana de nuevo y me apoyaba contra él con una sonrisa feliz, estaba claro que aunque los cazadores me molestaban y mucho, pero con William a mi lado se notaba que me relajaba bastante y que me sentía mas cómoda y segura*
*Cuándo mencioné lo de las espadas de los matadragones un apenas imperceptible escalofrío recorrió mi cuerpo, Will sabía que había visto matadragones y que realmente deberían de ser así*

*le miré con cariño y puse una de sus manos entre las mías-*

-De estupideces humanas, ya te lo he dicho.

*le dije medio riéndome y añadí*

-De todas formas podemos cambiar de tema... hablar de dragones, semidragones y cazadores es un tema que me enfada, especialmente cuándo ellos fueron los culpables de que se extinguiesen...

*Miré a William y a Phoenix*

-Y bueno, ¿cómo es posible que estés tan hambrienta? Pareces no haber comido en años...

*comenté con una sonrisa observándola comer, mientras acariciaba y jugueteaba con mis dedos con la mano de William.*

un chico nuevo habia llegado, william era u nombre. al Saludar a Phoenix esta respondio asientiendo suavemente mientras que él desplegaba su saludo ingles, Phoenix sonrio, de todas las formas de saludo, por alguna razón esa era su favorita. Lady Phoenix... ¿de donde habra saco eso? pensó mientras dejaba al chico hacer su presentación a la vez que sonreia debilmente ¿amiga?.... no... es demasiado pronto para amistades , Phoenix guardo silencio mientras que mentalmente analizaba la situación, de cualquier manera eran personas, o almenos eso parecia, tanto tiempo tratando de buscar el origen de que ella perdiera todo lo que amaba par adestruirlo, que las personas ya le eran casi inservibles, y desconfiaba de ellas, nunca sabia que se escondia en realidad debajo de sus pieles, Phoenix suspiro, había estado demasiado hablando con aquella chica, debía marcharse.

En silencio escucho la charla de enamorados mientras saboreaba su manzana, y por laguna razón el tono de voz de William le recordaba a Riuuyin, sonrio leve y tiernamente ante esa idea, y se dejo llevar una vez más por los recuerdos.
De pronto, despues de tanto divagar, la voz y la pregunta de Bäerêtsa, la trajeron a su presente de golpe, elevo la mirada encontrandose con lso ojos de la chica y levemente sonrio.

- Pues... no estoy acostumbrada a comer poco... aunque debería, tengo un sistema digestivo que trabaja rápido- Phoenix sonrio, era eso, sumado a que sus poderes exigian de mucha energía, por algo era una de las mejores en lo suyo. Por otro lado, estaba dando demasiada infromación de si misma, aún así, continuo- Pues eso... y que llevo unos...- Phoenix se miro la mano comenzando a contar con sus dedos - Cuatro días sin provar bocado decente- Aunque Phoenix era errante y de cazar para sobrevivir nada le costaba, pues el fuego hiba con ella a todas partes, el proceso por el cual tenía que hacer pasar a los animales le molestaba, así que se contentaba mera y simplemente con algunos frutos que, gracias a la instrucción de Riuuyin, identificaba como saludables y comia

*la miré con sorpresa*

-¡oh! ¿y desde cuándo una manzana es un bocado decente? No hay nada mejor que un poco de carne... la fruta es sólo para pasar el tiempo, se deshace demasiado rápido, lo mejor es la carne, aguanta mucho más en el estómago.

*comenté mientras miraba por todos lados*

-Mira, ahí venden carne... con una cerilla y un poco de madera podríamos hacer un pequeño fuego y asarla, aunque me gusta algo cruda.

*confesé ruborizándome ligeramente, al fin y al cabo mis antepasados los dragones no solían cocinar la carne y yo descendía de un linaje de sólo semidragones. Pegué un mordisco a la manzana y miré a William con cariño*

-¿Tienes alguna moneda suelta? He gastado las mías en las manzanas...

*dije con una amplia sonrisa rebuscando por mis ropas hasta encontrar una moneda de ínfimo valor. De repente me sentí observada y miré hacia el mercado: Un cazador con una matadragones nos miraba con curiosidad, evidentemente le había llamado la atención el incendio del tendedero. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me puse algo nerviosa*

- Estoo... nos están observando, me parece que es un cazador, al menos me ha parecido verle una matadragones... les odio tanto a ellos como a esas armas... ¿podríamos movernos de lugar? Me siento incómoda...

*dije recogiendo algunas manzanas y guardándolas en un bolsillo. Después miré a Phoenix*

-Deberías de venir con nosotros, sea quien sea no parece tener buenas intenciones.

*Dije y miré a William preocupada, aquello no me gustaba nada*

:::Para cuando me aviso Baeretsa del cazador, ya hacia un rato que me estaba fijando, sin embargo no le di demasiada importancia, es cierto que nos miraba, pero supongo que seria porque no es normal ver a gente preparada para la lucha en un lugar asi:::

:::Notaba como Bae estaba nerviosa, asi que trate de tranquilizarla, me acerque a su oreja para susurrarle:::

-Recuerda que ya no tienes alas, por tanto pareces humana, simplemente actua con normalidad y nada pasara ok?..

:::Volvi a colocarme de forma normal y me dirigi a Phoenix quien nos miraba extrañados, saque del bolsillo una bolsa de monedas de oro que puse en la mano de Bae-chan :::

-Aun me queda dinero de la ultima mision que hice como mercenario, asi que podriamos comprar algo y comer mas tranquilos en algun rincon del valle.

:::Me levante y me acerque a Phoenix hablandole de forma muy cortes.:::

-Estariamos encantados tanto Baeretsa como yo de que nos acompañaras a comer, al menos hasta que recuperes las fuerzas

:::Le sonrei tratando de demostrarle mis buenas intenciones, mostrando normalidad, sin embargo seguia atento a el cazador que rondaba la zona, el cual se habia acercado, aunque estaba mas pendiente del fuego que de nosotros 3:::

OFF: Y si decimos de pelear?? Como peleamos contra un Personaje No Jugable? "NPJ"

*Sonreí algo mas relajada, me encantaba que me susurrase al oído, mas que sus palabras que me hicieron recurdar que ya no tenía las alas, fue la tranquilidad con la que me lo susurró.*
*miré la bolsa que había puesto en mi mano; pesaba bastante, o al menos era mucho mas dinero del que yo después de la muerte de mis padres y mis padres adoptivos había visto junto en la vida, solía tener lo que me encontraba por la calle o lo que cuándo algunos asesinos mataban por venganza y no les desplumaban y me encontraba el cadáver... o cazando un poco o curando a algún humilde campesino, así que tampoco podía tener mucho*

-Por mi perfecto, me apetece comer carne... lo malo es que siempre la hacen demasiado para mi gusto, pero al menos es comible.

*comenté y la miré esperando que se uniera mientras seguía jugando con la mano de William*

Las cosas tomaban un rumbo extraño, primero aquella pareja le ofrecia que se quedase con ellos, y por otro lado el cazador se desvivia miranodlos a ellos y al fuego, e inspeccionando el lugar, Phoenix noto el nerviosismo de la chica, y su mente de inmediato elaboro una hipotesis, pero...¿seria la correcta?, ni ella misma lo sabía.
Por otro lado el hecho de que ellos se portaran tan cortes con ella era extraño, y...¿volver a ser invitada?, - Que rayos le pasa al mundo?, no soy de las personas que son... "invitadas" a cada instante... no creo que....- mientras su mente divagaba entre si aceptar, entre que el cazador caminaba hacia ellos y lo extraña de su situación, su estomago le recordo que era mejor ir con ellos, Phoenix se llevo la mano a la cintura levemente doliendose la falta de alimento, mientras que las llamas parecian haber acabado con el puesto.

- Am... creo que un poco de compañía no me hara daño por algun tiempo- Sonrio a la vez que contestaba, mientras que el nerviosismo de Bäerêtsa era disipado un poco por las palabras que William le había dedicado, pero ahora ella tambíen sentia esa mirada punzante sobre su nuca, mirada que venía de aquel cazador -Demonios- Pensó mientras lo veía acercarse más y más a ellos, ¿Porque estaba ella nerviosa?, no sabía muy bien... ¿Habria dejado algun trabajo inconcluso?, no lo recordaba. Phoenix medito un segundo cuando se percato que el cazador estaba a mitad de camino - Tzk- bajo la cabeza mientras miraba la escena movio la mano de manera que se arreglaba el cabello mientras que las llamas repentinamente aumentaban su potencia considerablemente, un gran barullo se formo al rededor del puesto, obligando al cazador a voltearse y caminar con rapidez hacia el puesto.

-¿Vamos?- pregunto mirando el lugar de reojo y dirijiendo sus azules ojos a los de William y Bäerêtsa

OFF: no tengo problemas con luchar si eso quieren... ^.^

*me fijé como aumentaban las llamas y se me erizaron los pelos de los brazos*

-Bien, será mejor que busquemos algun puesto que vendan carne, de la pequeña hoguera nos podemos encargar después.

*comenté con una sonrisa mientras miraba como el cazador estaba intentando ayudar a apagar el fuego. Nuestras miradas se cruzaron un momento y esbozó una sonrisa que no me gustó nada.*

-Creo que sospecha de nosotras y del incendio... al fin y al cabo ha sucedido justo después.

*dije mientras veía un lugar dónde había bastante gente y vendían animales vivos*

-Mirad, ahí venden animales... podemos comprarlos para después comerlos, aunque no me gusta demasiado matarlos... no me gusta matar en general.

*dije mientras me levantaba tirando de la mano de William para ayudarle y caminar ene sa dirección, quizás si nos mezclásemos con la gente pasasemos mas desapercibidos, aunque el pelo de Phoenix era tan parecido al fuego que costaría no ser detectado por un cazador que estuviese atento*

Primero el hombre de la tienda, luego la chica Bae, luego su novio Will y ahora el cazador... ¿que rayos le pasaba al mundo?, Phoenix poco comprendía. Bae queria comer carne... animales vivos pasaban por alrededor, supuso que alguien que no fuera ella trataria aquella piel de animal, y si fuera por fuego, sonrio, ella se encargaría.

La chica y aquel chico aumentaban en nervios, Phoenix, sonrio levemente ante el fuego, el cazador se volvio a mirarlos, Phoenix se tento a moverle el brazo a modo de sdepedida pero se contuvo, si estuviera sola lo habria hecho pero aquella chica... Phoenix se volteo a verla, ella era algo más de lo que mostraba. ¡oh! la curiosidad lleno a Phoenix nuevamente, se volteo al escuchar las palabras de William, - demasiada amabilidad junta, por un lado ella esta nerviosa, demasiado diria yo, y por otro... por otro lado tengo hambre, ganas de comer algo....- Phoenix jugo con sus dedos meintras miraba a William. - Solo por unos momentos... solo por unos instantes les acompañare- su tono de voz era lejano, la situación la había cambiado, ellos, el cazador, el fuego que crecía con fuerza, miro a su alrededor, miro a William y a Bae - Aunque... a mi lado, no creo que se les haga muy facil el escapar- Las llamars el humo y los gritos llenaban el mercado, Phoenix miro a su alrededor, si ellos se ivan así como así, serían demasiado sospechosos, suspiro y apreto sus manos provocando que las llamas comenzaran a disminuir.

*observé como las llamas volvían a bajar y suspiré, no sabía si aquello era bueno puesto que el cazador las podría prestar mas atención*

-Yo también sé cazar pero no me gusta matar... a no ser que me vea obligada a ello como puede ser para subsistir, claro.... lo mejor será que nos alejemos del gentío, ahora mismo prefiero cazar a comprar, no me gusta nada ésto, Will.

*le dije mirándole a los ojos con sinceridad mientras trataba de controlarme. Un pájaro pasó a mi lado y estuve tentada de cazarlo, me gustaban las aves y solía cazarlas las pocas veces que volaba, pero me contuve. Miré a la chica, aquello no era normal en el fuego y justo había sido en el puesto del tendero... fuera como fuere, sería mejor hablarlo estando fuera del gentío. La miré con una sonrisa.*

- Nunca se sabe como se puede escapar, al fin y al cabo hay mil formas de hacerlo... si algo he aprendido es que puedes escapar de tus enemigos de varias formas.

*comenté mirando todo mientras la gente comenzaba a ponerse nerviosa al ver el incendio*

*observé todo y me dejé proteger por Will mientras trataba de calmarme y relajarme viendo como se acercaban cada vez más artilleros. El pelo de los brazos se me erizó al recordar la muerte de mis padres... un artillero se fijó en mí y se me acercó con curiosidad*

Artillero(1): ¡ey! aquí está una de las chicas... medio oculta por el chico... ¿qué te pasa bonita? ¿nos tienes miedo?

*dijo acercándose demasiado a mí*

- ¡No me toques!

*le dije con firmeza alejándome de él pero sin separarme de Will, al menos éste no llevaba una matadragones*

Cazador: ¡Vaya...! ¿pero qué tenemos aquí? una mujercita con carácter... y muy guapa, por cierto... ¿me dejas ver tu espada?

*dijo dándo un paso hacia mí. Me puse tensa y le fulminé con la mirada*

-¿Porqué habría de hacerlo? Es mía y no hemos hecho nada de lo que nos acusáis, así que dejadnos en paz, estamos de paso y quería comprar algo de carne, ¿acaso es un delito eso?

*el cazador me miró con una sonrisa que no me gustó*

Cazador: Anoche habría jurado ver a una semidragona con alas blancas volando con alguien encima... pasaron rápido, pero pude verlo desde mi habitación... en el rascacielos mas alto de Las Vegas, y hoy el incendio... no es habitual... y las escamas y los huesos se cotizan muy alto.

-¿Acaso nos ves tener alas a alguno?

*le pregunté borde*

Cazador: No, pero estoy seguro de que alguna de vosotras es la semidragona, al fin y al cabo pueden ocultar sus rasgos... y ando muy mal de dinero.

*dijo con una ávida sonrisa el cazador. Mi postura, erguida y desafiante hizo dudar a varios artilleros de que uno de nosotros fuese el semidragón que buscaban*