Caminando por el puerto

Paseaba mirando al mar esperando la compañía de alguna persona, llevaba mucho tiempo sólo..

"Esto es aburridisimo.."

Me siento en un banco y me quedo observando el mar

*Estaba dando una vuelta por las Islas caimán esperando descubrir mas cosas del presente para no asustarme de cuándo William me las enseñase y así conocer un poco mas su tiempo cuándo sentí la necesidad de sentarme, llevaba 5 horas sin aprar de andar. Me senté y le miré.*

-Bonito día... nunca había visto en este tiempo el mar con sol.

*comenté pues me parecía de mala educación no saludarle*

*Miré a la joven que se había sentado a mi lado*

- Sí.. es muy bonito.. - Dije, y tras eso dejé de mirar a la joven para volver a mirar el mar - Soy Zalera, encantado..

*Suspiré y la volví a mirar*

*sonreí*

-Sí, me lo imaginaba distinto... para ser éste tiempo pensaba que sería mas feo, es una sorpresa agradable.

*Dije con una sonrisa mientras agradecía estar en un aspecto totalmente humano. Le miré y sonreí*

-Encantada Zalera... mi nombre es Bäerêtsa... lo puedes abreviar a Bäe si quieres.

*Dije aunque no entendía porqué me miraba tanto, eso sí, no lo dejé translucir*

- Un placer, Bäe - Dije sonriente - Es muy bonito, aunque solo sea esto

*Luego volví a mirar al mar*

- ¿De donde vienes? ¿nunca habías visto el mar?

*sonreí*

-El mar si que lo he visto, pero soy del pasado... las cosas allí son muy distintas... mi chico es de éste tiempo y trato de acostumbrarme a sus cosas... son demasiados cambios, pero bueno, me adaptaré en lo que pueda por él.

*comenté con una sonrisa y añadí*

-esque allí me dijeron que todo estaba muy sucio, contaminado, que era feo... y me esperaba eso, no... ésto que es muy bonito...

*comenté mirándolo de nuevo. Miré después a Zalera observándolo*

-Tu pareces de éste tiempo... pero no lo sé, los humanos estamos por lo que he oído en todos los tiempos, ¡¡jajaja!!

*dije riéndome*

*Te miro sorprendido*

- Puede que lo sea - dije en un tono jovial - pero eso es igual, apenas había tenido tiempo de parar a ver el mar.. hay cosas que todavía me sorprenden.. - añadí fríamente

*Miro al mar y bajo la cabeza suavemente*

- Lo que te dijeron es cierto, todo es extraño, sucio.. pero el mar es tranquilo, tan grande que la vista no lo puede abarcar - Dije apenado

*Te vuelvo a mirar*

- Tú eres una semidragona, ¿no es así? puedo oler vuestro aroma en ti.. - Digo para luego mirar al suelo - no puedes engañarme, mi oficio me obliga a desarrollar los sentidos y a diferenciar olores.. tú no hueles a humana.. - añado haciendome el interesante

*me alarmé al momento, aquello empezaba a no gustarme, los mercenarios solían comerciar con escamas y huesos... no, no me gustaba... peor también era humana, así que algo tendría que oler a eso.*

-Soy del pasado y soy una humana peculiar, ¿porqué habría de ser semidragona? Existen licántropos que también tienen forma humana, existen vampiros, extisten muchas criaturas con aspecto humano si así lo desean. Si te refieres a sí soy una humana completa, no, no lo soy, pero no creo que sea importante saber mi otra mitad... ¿o acaso lo es para vuestro negocio dependiendo que sea?

*Pregunté, si pretendía intentar hacerse con mis huesos antes tendría que luchar conmigo a muerte... además, que había mas seres con aspecto humano pero que no lo eran del todo, no tenía porqué confesarme como uno de los seres cuyas partes del cuerpo eran mas codiciadas*

*Clavo mi mirada en tus ojos*

- Eres semidragona por tu olor.. se los reconoce rápido, tienen un aroma peculiar.. - digo, paseando mi mano por la empuñadura de mi espada - pero tranquila, hoy estás a salvo.. nadie me ha mandado cazar a ninguno de los tuyos.. y no hago daño a las damas, siento arruinarte la fiesta - añado, soltando la espada

*luego me levanto y sigo mirándote*

- Es fácil reconocer al que no es humano.. cada raza tiene un olor que los diferencia, el de los dragones es esquisito.. mientras que el resto huele a carne y sangre.. el vuestro es algo especial - me quedo de pie, parado delante del banco - pero no te atacaré, ni trataré de convertirte para aprovechar tus escamas y ganarme unas monedas.. hoy no, no estoy trabajando - me pongo de espaldas a ti y miro al mar - además.. me caes bien

*le miro fijamente mientras escucho sus palabras*

-¡Vaya!, todo un alivio que hoy no me quieras matar, eso me consuela para otros días.

*dije con ironía para después volver a mirar al mar*

-Entonces tendré que cuidarme de tí cada vez que te vea, no vaya a ser que estés trabajando y busques unas escamas o unos huesos o algo de algún semidragón.

*comenté para añadir*

-Hoy el mar está en calma... eso quiere decir que no hay mucho viento, seguro que las gaviotas están intentando cazar algún pez.

*Sonrío al escucharte*

- No hace falta, hace tiempo que no tengo nada de trabajo.. y supongo que en un futuro cercano será igual.. de todas formas, los semidragones no me interesan, es difícil acabar con ellos y no se paga lo suficiente como para malgastar el tiempo y las energías

*Me giro y vuelvo a sentarme*

- No lo sé, supongo.. aunque no veo ningún ave por aquí cerca..

*Te miro sonriente*

- ¿Ves? eres una semidragona.. se os huele a mucha distancia.. y a ti te tengo a un metro escaso.. - añado con un tono amistoso

*Sonreí*

-Pues ten cuidado con tocarme, al fin y al cabo sé que se paga un alto precio por ciertas cosas de mi raza.

*comenté mirándole con seriedad, no estaba bromeando en absoluto para añadir con otra sonrisa esta vez amigable*

-¿y cómo es que no tienes trabajo? Suponía que podíais comerciar con cualquier cosa, hasta con una hoja de lechuga si hace falta.

*Te miro enfadado*

- Soy un cazarrecompensas, no un contrabandista.. - digo con un tono seco y hostil

*Me quedo mirándote*

- No me interesa acabar contigo.. no sin un motivo.. no por dinero..

*le miré con curiosidad*

-Pareces contradecirte... nuestros atributos se venden en todos lados a unos precios bastante elevados, y sin embargo... verdaderamente es curioso.

*dije y pregunté con curiosidad*

-¿a qué se debe ese interés en no acabar conmigo?

*Te miro de nuevo, con la mirada entristecida*

- Te lo dije antes, me caes bien..

*Miro al mar y al sol, que se reflejaba en la superficie creando un efecto óptico precioso*

- Yo no soy contrabandista, no mato a un ser solo por dinero.. y menos a un dragón.. y menos a una mujer - digo sonriendo

-Vaya, me alegra saber que matarías antes a un dragón que a una mujer, supongo que tendré que sentirme aliviada de ser mujer...

*comenté mientras me levantaba del banco con cansancio para observar el mar*

-Bueno, entonces espero que siga cayéndote bien cuándo busques a alguien de mi especie, pero al menos es un consuelo saber que aún se nos respeta un mínimo.

*dije apoyándome en una barandilla a observar el paisaje*

- No puedo matar a una mujer.. a no ser que sea un encargo.. y no tengo encargos.. - digo sonriente mientras me levanto para apoyarme en la barandilla - además, siento admiración por tu raza.. no te haría daño

*Miro al mar y luego al cielo*

- ¿Es tan difícil de comprender que un mercenario no quiera matarte? - digo algo apenado, mirandote

*le miré con una mirada profunda y penetrante*

-Llevo toda mi vida huyendo de comerciantes, cazadores, mercenarios y demás seres del estilo, por vuestra culpa mis padres murieron en un emboscada en la que logré escapar y me han perseguido siempre. He matado a varios como tú para sobrevivir, ¿realmente me estás diciendo que se me haga extraño y difícil que no quieras matarme?

*le pregunté sin desclavar mis ojos de los suyos*

- No pienses que todos los mercenarios somos iguales.. algunos tenemos principios, ideales.. no mato por placer, que te quede claro - mantengo mi mirada clavada en tus ojos

- De todas maneras.. ahora mismo no podría sacar nada de ti.. tendría que matarte cuando estuvieras convertida

*Me giro y vuelvo a mirar al mar*

*sonreí*

-Existen muchas clases de mercenarios, pero mi vida me ha enseñado a huir de vosotros o mantener las distancias.

*dije mirando también al mar y pregunté ya con la curiosidad en la voz*

-¿y porqué tienes respeto por mis antepasados?

- Por que.. - me quedo callado - me resultáis una raza bastante interesante, habéis sobrevivido muchisimos años en condiciones muy duras.. es digno de respetar..

*Oteo el horizonte en busca de algún ave, pero no había ninguna*

- Sí, supongo que es así.. pero no todos somos iguales, no todos pensamos siempre en el dinero.. o en matar por placer, por pura diversión..

*suspiré con tristeza*

-¿sobrevivir? Mis padres eran semidragones, los dos... me hubiera gustado conocer a un dragón puro, sin tener una parte humana... pero ya no quedan, todos murieron a manos de mercenarios, cazadores y demás gente del estilo... he oído hablar de los Yan y de los Shaikan aunque nunca he visto a ninguno; ¿a eso nos va a llevar el instinto de supervivencia con los siglos? Ni siquiera se pueden transformar en dragones... No me gsta el futuro de mi raza.

*comenté con tristeza mientras miraba al mar*

*Miro al suelo*

- Ya.. por eso no cazamos a los semidragones a no ser que estén transformados.. en su forma humana no tienen nada que podamos vender.. pero de los dragones si se puede aprovechar todo..

*Vuelvo a mirar al mar, iluminado por los suaves rayos del sol, que hacian que mis ojos naranjas se volviesen dorados*

- ¿Te apetece hablar de otro tema? te noto decaída..

*suspiré*

-¿y cómo no quieres que me entristezca al hablar de mi raza? Es la verdad, me pregunto si también perseguías a los Yan antes de la unión de los tiempos... pero da igual, el futuro de mi raza está condenado a la extinción, al final... la sangre de dragón será tan ínfima que no habrá ni escamas en las personas... no lo sé, no sé que pasará con mi raza... pero tampoco quiero agobiarte con ésto, el mar está muy bonito con el brillo del sol.

*dije tratando de cambiar de tema y forzando una sonrisa*

*Me giro para mirarte*

- No me agobia, no te preocupes por eso..

*Miro al mar y asiento levemente*

- Tienes razón, es un paisaje maravilloso.. me habría gustado venir antes..

*Miro al suelo y me giro, dando la espalda al mar*