Noche estrellada en el puerto (crónico)

Otra noche, como muchas otras, iba andando en busca de nada, sin rumbo, sin objetivo.
Pudo divisar un puerto en la lejanía y fue hacia él, acercándose a las aguas marinas que lo rodeaban.

Se sentó, con las rodillas cercanas a su cara, mirando el cielo estrellado. Estaba despejado, ni una sola nube, la Luna estaba llena y las estrellas se podían distinguir con facilidad.

Allí, abstraída, le pareció escuchar un ruido. Se giró para saber qué o quién era.

Me acerqué con cuidado para observar a aquella mujer, pero parecía que se había dado cuenta de mi presencia, asique no me preocupé de mantenerme escondido

- Hola, me llamaste la atención, una mujer sola por aquí, en plena noche..

Me seguí acercando y me senté a un par de metros de la solitaria joven, una suave brisa agitó el cabello de la joven y trajo consigo su olor

"Una vampira"

"Sí bueno, es lógico que te llame la atención... Soy la única persona que hay por aquí" pensó.

Giró su cabeza para mirarlo, mientras éste se sentaba a su lado, a unos dos metros de distancia.

-Encantada -lo observó de arriba a abajo. Era un humano, no cabía duda.- Me llamo Nacora.

Le llamaron la atención sus ojos anaranjados, que por culpa de la poca luz que había, parecían rojos. Últimamente no paraba de encontrarse a gente con los ojos parecidos a los de ella. Pero ninguno era vampiro.

-¿Tú eres...?

Se acercó un poco, pero no demasiado; no quería incomodarlo.

Sin mirarla, dije en voz baja mi nombre

- Zalera.. me llamo Zalera

La miré fugazmente, pudiendo percibir con la poca luz sus ojos y sus labios rojos

- Encantado..

Lo siguió observando. ¿Le daba la sensación de que lo molestaba? Igual era tímido y ya está. El caso es que no estaba segura.

-Eres hombre de pocas palabras... -le sonrió.

Se acercó más a él, dejando medio metro de distancia entre ambos.

-Me gusta tu pelo... -acercó su cara a él y lo olió.- Huele muy bien. -con una sonrisa dejó a relucir sus afilados colmillos.

"Y tú ya ni te digo..." se le hacía la boca agua.

-¿Qué hace un chico como tú en un sitio como este, a estas horas de la noche?

Observo de reojo que se acerca y sonrío

- Puede.. pero todo se pasa con la compañía idónea - digo mirandote, con una sonrisa en los labios

- Gracias por el cumplido, tú tampoco hueles nada mal.. - cojo un mechon de tu pelo y lo huelo suavemente

- Sólo paseaba y de repente te ví, me llamaste la atención.. y tu olor es muy característico, casi embriagador..

No se esperaba que le cogiera un mechón de pelo, y menos aún que le dijera aquello. Pero le gustó, le parecía entretenido.

-¿Mi... olor? -abrió los ojos, algo perpleja.- ¿Qué olor tengo? -¿a sangre? se preguntó.

Viendo que no era cierto que lo molestaba, se sintió más cómoda.

-Aunque... me alegro de que sea embriagador... -le sonrió y acercó su faz a la de Zalera, cerrando los ojos e inhalando su perfume.- Ahh... me encanta.

Entonces acercó sus labios a la oreja del chico y se la lamió suavemente. Luego, añadió:

-También sabes muy bien -sonrió y se apartó para estar como antes.

Me ruborizo al sentir su lengua en la oreja y la miro atónito

- Hueles bien.. los vampiros tenéis un olor muy característico, casi como una droga para los humanos

Sonrío y acaricio suavemente tu mejilla

- Gracias, me alegro de que te guste mi olor.. y mi sabor

Sonrío y me acerco un poco más a ti, dejando escasos centímetros entre nuestros cuerpos

-Entonces... ya sabes lo que soy. -acercó de nuevo su cara- ¿Y no tienes miedo...?

Sintió la cálida caricia que Zalera le hizo en la mejilla. Era reconfortable.

-Los humanos... y otros seres... sois más cálidos. Yo soy más bien fría... -le besó la mejilla al chico.- ¿Ves?

Le gimió un poco en la oreja, haciendo que éste se estremeciera, y le besó el cuello, lamiéndoselo un par de veces.

-Tienes la piel muy suave... me encanta.

Podía notar la sangre del joven pasando por las venas de su cuello. La volvía loca.

- No me das miedo.. es una sensación extraña entre atracción y curiosidad

Recibo su beso y me quedo pensando

- Somos más cálidos, porque nosotros estamos vivos.. pero a veces es bueno tener a alguien frío al lado.. el contraste es exquisito - sonrío y vuelvo a acariciarte

Me estremezco al escucharte y al sentir tus besos y tu lengua sonrío y cierro los ojos

- Supongo.. será por la edad - digo, casi sin saber bien qué contestar

Cada vez sentía más deseo por él, tanto por su cuerpo como por su sangre. No sabía qué elegir.

-Es extraño... que sabiendo lo que soy estés tan tranquilo... -le mordisqueó la oreja de manera juguetona.- Atracción y curiosidad... Creo que siento lo mismo por ti.

Le pasó la mano por la cabeza, agarrándolo del cabello. Acercó la boca de Zalera a su cuello, pues deseaba que le lamiera, que le mordiera. Adoraba esa sensación.

-No creo que me dejes... chuparte un poco de sangre... ¿verdad? -dijo entre leves jadeos.

Abro los ojos de golpe, sobresaltado por tus palabras

- Sí.. estoy acostumbrado a ver a los de tu especie.. no en esta situación.. pero si los veo a menudo

Noto que acerca mi boca a su cuello, y el olor que desprendía ahogo mis sentidos, solo deseaba besarla

- Yo.. - me quedo callado - Mientras no te pases.. puedes hacer cualquier cosa

Abro la boca suavemente y acaricio tu cuello con los labios, dando pequeños mordiscos cerca de tu oreja

La contestación de Zalera le sorprendió. No se esperaba que aceptara.

Al momento dejó la sensación de sorpresa por la de placer, pues él le estaba besando y mordiendo el cuello, y no podía reprimir unos pequeños gemidos.

-Es... genial... -dijo entre jadeos- Muerde más fuerte... ahh...

Después giró lentamente la cabeza del chico, dejando al descubierto su cuello, y acercó sus labios. Lo besó delicadamente, resiguiendo los músculos de la zona con la lengua, y luego apretó sus colmillos en la piel, intentando no hacer una herida demasiado grande.

Lo que sentía entre el sabor de la sangre y la excitación era realmente placentero.

No succionó demasiado líquido, pues no deseaba que Zalera se desmayara ni se sintiera muy débil. Le lamió la herida para que dejara de sangrar.

Soltó un fuerte jadeo, respuesta de todas las sensaciones que había podido sentir.

Cierro los ojos al notar el mordisco y cojo su pelo, dolía, pero al mismo tiempo no me desagradaba lo más mínimo

- Ha sido.. agradable - digo para después tocar el mordisco, dos pequeñas incisiones en el cuello

Giro su cabeza para dejar su cuello más accesible y lo muerdo suavemente, no quería hacerla daño pero a la vez sentía que tenía que hacerlo, el cuerpo me lo pedía, mi cabeza no reaccionaba, solo la quería a ella

Zalera le mordió el cuello y ella gimió, mientras lo agarraba fuerte del chaleco que éste llevaba.

No pudo contenerse más y le dio un morreo, jugando con su lengua. Luego se tumbó de tal manera que Zalera estuviera encima de ella.

Mientras besaba sus labios y su cuello, Nacora fue pasando su mano por la espalda del chico, por debajo del chaleco, agarrándose fuerte.

-Te deseo... -logró decir entre gemidos.

Acaricio tus piernas con la punta de mis dedos y te beso

- Demuéstralo pues..

Coloco tus piernas sobre mi cadera y apoyo mis codos a los lados de tu cara para seguir besandote en una posición más cómoda

Aquellas palabras le provocaron. Y deseó seguir besándole, mordisqueándole...

Pero el Sol acechaba, pues eran altas horas de la madrugada y no era seguro para ella permanecer durante mucho tiempo allá fuera.

-Mierda... -sabía que debía parar, pero su cuerpo no le hacía caso.- Za... Zalera... -le costaba hablar, pues sus jadeos no se lo permitían demasiado- Debemos parar... va a salir el Sol...

Se incorporó lentamente, como pudo, y le dijo:

-Mañana por la noche estaré en el Motel Heart... -no quiso decir más, no lo creyó necesario. Ahora era todo elección del chico, si ir o no. Y encontrarla le sería fácil, pues sus agudos sentidos le funcionarían perfectamente.

Miró al cielo con odio, y se fue alejando lentamente. Mientras, el chico le dijo una frase, que ella pudo escuchar con total claridad.

- Allí estaré.. para terminar lo que hoy hemos empezado

Dije mientras se alejaba, huyendo del sol. Lancé una mirada furtiva hacia el cielo y comencé a caminar yo también para alejarme del lugar

(OFF-TOPIC)

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