En la Llanura (acordado)

*En una florida llanura una pareja paseaba tranquila. En dicho paraje, había algunas casas de campesinos muy alejadas entre sí. A lo lejos, se veían unas montañas heladas y a mitad del camino un bosque. Las flores y los árboles predominaban en el paisaje, su aroma ascendía en una bellísima y exquisita fragancia. La brisa era suave y el sol brillaba por doquier. Varios animales pululaban por el lugar, tanto insectos como cervatillos y conejos entre otros.*

*De repente miro el lugar al que hemos llegado mientras paseábamos, me resultaba familiar pero no terminaba de ubicarlo*

- Éste lugar me suena...

*comenté acercándome a un árbol cercano y mirándolo de cerca cuándo caí en la cuenta de dónde estaba*

-Aquí... aquí fue... dónde me adoptaron.

*dije señalando un caserío que estaba descuidado y algo derruído pero que prometía haber sido muy fértil y bello. Señalé al árbol*

-Aquí... aquí era, bajo este árbol... dónde me enseñaba mi padre a luchar... desde que murieron que no venía por aquí, no sé como hemos llegado a parar aquí...

*le dije mirándole fijamente a los ojos emocionada*

OFF:
William y Bäerêtsa

*reí con dulzura y le dí un beso fugaz en los labios.*

- Mas adelante estaba mi zona de vuelo y de mi aliento de luz, pero no creo que queden marcas.

*Dije mientras me acercaba al caserío*

-¡Vaya...! Está destrozado... antes era blanco, con toda la huerta perfecta... tenía cierta elegancia... yo dormía en el segundo piso en la habitación en la que se veían mejor las montañas... siempre las miraba recordando a mis padres... mi madre era blanca y mi padre amarillo, me recordaban al sol y a la luna...

*le dije mientras me acercaba al caserío*

*le miré a sus preciosos ojos evrdes ruborizándome muy poco*

- ¿Alguna vez has visto a un dragón completo? Mi madre cuándo se transformaba a las noches y volaba parecía un rayo de luna... y mi padre si se movía una estrella fugaz o un sol... supongo que habrás visto alguna imagen de algún dragón... imagínate una dragona entera blanca y un dragon entero amarillo volando en la oscuridad de la noche, en un valle entre montañas con el brillo de la luna en cada una de las escamas... recuerdo aquél día, era verano, hacía calor y corria una brisa de lo mas agradable... aquél día había aprendido a encender un fuego con mi espada y volando era nuestra forma de festejar...

*solté una risita y añadí*

-Esque hacíamos teatros aéreos, a veces contábamos leyendas, otras veces costumbres y otras veces simplemente nos los inventábamos, me encantaba aquello... muchas veces me pregunto si cuándo sea una dragona completa seré como mi madre... era muy grácil y bella, tenía un cuerpo fuerte e imponente pero a la vez tierno... sus escamas eran muy suaves y brillantes, era una dragona muy bella.

*le conté sin despegar mi mirada de sus preciosos ojos verdes. Me quedé un rato mirándoselos hasta que sentí ganas de entrar en la casa*

-¡Ven! ¡Vamos a entrar!

*l dije con una sonrisa mientras que le tiraba de la mano que le había cogido al soltarme del abrazo*

*Cerré los ojos cuándo me abrazó*

-No volaré para tí... volaré contigo y volaré por tí... no serás un semidragón, no podremos montar espectáculos aéreos... pero sí que podremos volar juntos.

*le dije girándome y mirándole a los ojos y después me giré para entrar en el caserío.*

*Nada mas entrar se veía una escalera que subía al primer piso. Se notaba que había habido una pelea muy caótica y las marcas de las espadas estaban en la pared. Me acerqué a la escalera y subí al primer piso para pararme en una habitación en la uqe entré*

-Èsta... ésta era mi habitación...

*dije entrando a una habitación decorada con dibujos de dragones haciendo piruetas aéreas, descansando, enseñando... obviamente se notaba que la niña que había vivido ahí (pues eran dibujos medio infantiles) sentía cierta predilección por los dragones. Me acerqué a la única cama que había*

-Aquí... guardé una escama de mi padre y otra de mi madre... no recuerdo dónde.

*le dije con la voz emocionada y triste*

*le miré con una sonrisa*

-Esque... cuándo volví del bosque y ví todo... no se me ocurrió cogerlas, mas bien me invadió la rabia, les enterré y fui a matarles... no he regresado desde entonces...

*le dije mientras movía un par de tablas y aparecían varios cuadernos*

- Lo usaba para esconder algunas cosas...

*dije sacando uno y abriéndolo; era un diario en el que algunas zonas estaban algo emborronadas... se notaba que cuándo lo escribí había estado llorando*

-Éste... este fue mi primer diario... lo empecé 2 días después... de la muerte de mis padres... supongo que tendrá detalles que ya he olvidado...

*Pasé una página y apareció un trozo de brezo seco entre las 2 páginas*

-Quizás... las escamas las guardase... en alguno de mis diarios o libros... o quizás incluso detrás de algún dibujo, ¡pero hay tantos...!

*comenté con un suspiro mientras cerraba el diario y levantaba mas tablas dejando ver mas diarios, libros, dibujos acerca del día que murieron e incluso alguna revista humana de hace muchos años, obviamente se notaba que ahí también había vivido una adolescente*

*me quedé mirando sus preciosos ojos verdes mientras me decía aquello y sonreí*

-Por supuesto... ya aparecerán, no subieron aquí.

*le dije con una sonrisa regresando mi mirada a las tablas que había quitado. Comencé a sacar algunos libros y blocs de dibujos cuándo abrí uno: en él había dibujados, desde disintas perspectivas, un grupo de cazadores atacando a dos dragones rodeados de lirios blancos y tulipanes amarillos, los dragones eran uno amarillo y uno mucho mas suave, bello y estilizado de color blanco, cualquiera podía darse cuénta de que el blanco era una dragona excepcional y quizás fuese hasta bella para ser lo que era a los ojos de cualquiera que no fuese un dragón o semidragón.*

-Así... así fué el ataque... lo dibujé los primeros días que estuve aquí... desde todos los ángulos...

*dije cogiendo aire y dejé el bloc a un lado para coger unas flores marchitas, eran un lirio y un tulipán*

-Éstas eran las flores preferidas de mis padres... mi madre adoraba los tulipanes amarillos y mi padre los lirios blancos... siempre teníamos varios...

*señalé un jarrón con lirios y tulipanes marchitados*

-Seguí recogiéndolos aún cuándo ya estaban muertos... recuerdo ir juntos a buscar éstas flores... nos metíamos por los bosques, por jardines... los buscábamos para llevárnoslos y plantarlos... nos encantaba, adoraba hacer cosas con ellos... era estupendo, me fascinaba.... una vez recuerdo que un conejillo se estaba comiendo un tulipán y salió huyendo al ver a mis padres.

*dije con una nostálgica sonrisa al recordar aquello mientras abrazaba aquellas flores con cariño.*

-Volvíamos de recoger tulipanes y lirios cuándo nos atacaron... éstos eran los que llevaba yo...

*una lágrima se asomó a mis ojos pero no salió, obviamente me las estaba conteniendo*

*le correspondí con calidez al beso*

-Preferiría buscar otras flores... éstas no me han dado mucha suerte que digamos.

*le dije esbozando una sonrisa en mi rostro. Al de unos pocos segundos me puse de nuevo a buscar cuándo un recuerdo me vino a la cabeza*

-Me acabo de acordar... las guardé en una cajita pequeña de madera con un par de dibujos y filigranas hechos a fuego.

*dije rebuscando mientras de lso tablones iban saliendo varios libros, blocs y hasta hojas marchitas poco comunes que las iba apartando con cuidado*

-Pienso guardar todas las hierbas y hojas... eran unas que me dieron mis padres para que no se me olvidase como eran y que si las encontraba las recogiese... algunas ayudan a los dragones incluso a hacer la digestión mas fácilmente.

*comenté mientras seguía buscando la cajita*

*Observé la cajita que William había encontrado*

-Sí, es ésta...

*dije mientras la tenía entre mis manos. La giré para abrir el cierre de plata y dentro aparecieron dos hojas con dos obras de arte que se notaban que no las había pintado yo. saqué los dibujos y los desdoblé para enseñárselos a Will*

-Así nací yo... en el que aparece mi madre... lo dibujó mi padre, y el otro mi madre... no nací de un huevo pero nací con las alas.

*dije mostrándoselos: en ellos aparecía una mujer joven, muy parecida a mí con una niña recién nacida con dos pequeñas alas en la espalda en los brazos de su madre, rodeado por muchos menos lirios y tulipanes que en el ataque. El otro dibujo era el de un hombre, también parecido a mí pero fuerte y musculoso, sujetando a la misma niña. Ambos parecían muy jóvenes y estaban radiantes. Dejé desplegados los dibujos en el suelo y retiré algunos ramilletes de hierbas y flores, para dejar al descubierto las dos escamas: Eran un poco mas grandes de una mano, perfectamente ovaladas y algo curvas, obviamente en su superficie lisa resbalarían la mayor parte de las armas de la resistencia que se las veía a simple vista. Estaban llenas de polvo pero se podía ver que una era blanca y otra amarilla. Las saqué de la caja y con mucho cuidado, cariño y emoción las pasé las mangas de mi camisa para limpiarlas el polvo, que se desprendió con facilidad dejándolas brillar un poco*

-Si tuviese un poco de agua, las haría relucir con ésas hierbas en muy poco tiempo...

*dije señalando los ramilletes secos que había sacado de la cajita*

*Sonreí y cerré feliz los ojos cuándo después de pasarme la cantimplora me abrazó. Después los abrí y le miré a sus preciosos ojos verdes*

-Sí, es suficiente...

*dije abriéndola y echando un par de todas de agua en una de las escamas, la blanca (la amarilla la mietí de nuevo en la cajita). Con mucho cuidado estuve haciendo girar la escama para que no se perdiesen las gotas mientras recogía los ramilletes con la otra y comenzaba a frotarlas ocn mucho cuidado. En el momento que el agua hizo contacto con aquellos ramilletes empezó a salir una pequeña espuma´. Dejé los ramilletes a un lado y la froté con mis manos, con mucho cuidado y delicadeza. En dos minutos, volví a verter el agua sobre la escama que hizo irse la espuma y la escama destelló con un rayo de luz. La sequé con cuidado con un trozo de mi camisa que estaba seco y limpio y la escama brilló con fuerza como nueva, su brillo parecía un rayo de luna. Repetí el proceso con la otra escama, haciéndola parecer un rayo de sol. Las cogí en mis manos y las acaricié, eran muy suaves.*

*miré a Will emocionada*

-Tengo la sensación de que nunca has tenido una escama... ¿quieres cogerlas? son tremendamente resistentes y muy ligeras, apenas pesan... y mejor que no pesen, si no sería un engorro para volar.

*dije con una sonrisita intentando ponerle algo de humor a aquel asunto*

*le miré con una sonrisa*

-Es por eso por lo que nos persiguen para matarnos... eso y nuestros huesos, prácticamente son irrompibles y para algunas armas y cosas así se encuentran muy útiles...

*miré las escamas*

-Las voy a guardar, cuándo a mi me salgan las mías voy a arrancarme unas cuántas y las voy a coser como pueda a mi ropa forrándola por dentro... será una buena defensa... me dolerá arrancármelas, pero bueno, con un hechizo de curación y reposo se arregla.

*le comenté mientras apoyaba mi cabeza en su hombro y le abrazaba*

*sonreí recostándo sobre él mi espalda*

-Estaré siempre mucho mas segura, imagínate que lucho en mi forma humana... siempre que estuviese oculta por la ropa, estaría muchísimo mas protegida...

*le dije con una sonrisa en mi rostro y escuché lo que me dijo*

-Sí, sería un buen sitio, pero por estos parajes a veces aparecen cazadores que buscan en las montañas, en los bosques etc a algunos semidragones... pero por lo demás no estaría nada mal.

*Comenté sonriéndole*

*Sonreí cuándo me dijo lo de sus padres y le abracé. Cuándo me preguntó lo de los chicos, me ruboricé lentamente*

-Sí, claro, pero ninguno es como tú...

*le dije con una sonrisa y recogí una revista para enseñarle a un chico de pelo negro y ojos azul-intensos*

-No recuerdo ni como se llamaba... ¡ah, si, mira! pone que se llamaba James... no sé que habrá sido de él, dejé de preocuparme por éstas cosas hace mucho y además... siempre tuve miedo de que me descubriesen.

*comenté y le miré a los ojos*

-¿y a tí? ¿qué chica te gustaba?

*le pregunté con picardía para conocerle un poco*

*me reí cuándo me hizo las cosquillas y me revolví hasta acabar encima de él sin que me pudiese hacer las cosquillas y le miré a los ojos*

-Gustar no es lo mismo que querer o amar...

*le dije clavándole una mirada amorosa en sus ojos y añadí*

-Ese tal James no se parece en nada a tí... y tu eres mucho mas que ese.

*le dije con el amor y la sinceridad brillando en mis ojos y me acerqué para besarle dulcemente durante unos segundos para después retirar la boca, bajarme y comenzar a hacerle cosquillas*