Parte antigua [Libre]

La vegetación engulle las lápidas y estatuas destrozadas, predominando un brillante verde sobre el gris. Paseando entre la maleza encuentra el pedestal abandonado por un ángel destrozado a lo lejos y se sienta. Los rayos de sol apenas se cuelan entre los frondosos árboles por lo que sólo la ilumina a trozos. Estira las alas y bosteza mientras observa su alrededor.

-Uhhmm, un bonito lugar para descansar, tengo que venir más veces.

Los ángeles no son su devoción pero la tranquilidad de un cementerio la reconforta y le ayuda a recuperarse de la movida vida de ciudad.

De repente me encontre en el cementerio tras una alrga carrera huyendo de uno de los muchos que buscavan mis escamas esperaba que almenos no me encontrara en este lugar, por lo menos havia bastante naturaleza lo que me dava una pequeña ventaja en ese momento ya que podria protegerme o incluso intentar saver si me continuaba siguiendo aquel individuo. Vi en los lejos un pedestal con lo que imajino seria un angel pero estaba bastante maltrecho, me acerque rapidamente y me sente apoyando la espalda contra el, para asi poder recuperar el aliento y la calma depues de todo esto. Respire profundamente y cerre los ojos para calmarme. Lo que consegui gracias a que parecia que no me estuviera persiguiendo mas aquel tipo, solte un suspiro y me quede mirando aquel lugar donde havia ido a parar.

De pronto escuchó un ruido de pasos que se acercaban, pero no se movió, presentía que no era nada peligroso. De reojo observó cómo se sentaba un semidragón en el suelo, apoyando su espalda contra el pedestal. Ella, subida encima, mostró una media sonrisa y soltó una risilla:

-Vaya vaya, no me puedo creer que tengas tanta prisa como para no percatarte de mi presencia -Dijo moviendo su larga cola negra en suaves ondulaciones.

Cuando escuche esa voz no puede evitar pegar un salto encararme a ella y empuñar mi espada, fue un acto reflejo, pero en cuanto vi donde estaba tuve la sensación de que no me atacaría pues parecía llevar mas tiempo aly que yo me relaje un poco no sin poder evitar mirarla. Parecía divertirle aquella situación o almenos eso creía por la forma en la que movía la cola.

-Bueno si bastante prisa tenia la verdad no puedo negarlo, aunque también iba pendiente de mas cosas un error no fijarme si habia alguien por aquí antes de ponerme a descansar, no crees?

La mire otra vez de nuevo de arriba a abajo parecía llevar unas cadenas lo que supuse que usaría como arma y por el aspecto diría que era un demonio o almenos aquella fue mi impresión.

-Y que me dices de ti te divierte esto imagino o eso parece, aunque diría que no me atacaras almenos por el momento porque de haberlo querido lo habrías echo hace unos momentos cuando aun no me habia percatado de tu presencia.

El semidragón cuyo nombre era desconocido se sobresaltó poniéndose en posición de ataque, y Aydana pegó un respingo apenas perceptible abriendo bien los ojos por si se disponía a agredirla. Su cola seguía con el mismo movimiento por lo que el otro se relajó, y ella también. Sonrió mostrando sus dientes y sus afilados colmillos:

-Sí, deberías fijarte más por donde vas, porque podrías perderte cosas interesantes.

Mientras decía aquello observaba su espada aún desenvainada pero sin ningún temor, ella tenía sus cadenas siempre enrollando sus delicados brazos como quien llevaba una boa de plumas.
Su repentino acompañante volvió a hablar y ella respondió a su pregunta sin miramientos.

-A mí me divierte que un atolondrado semidragón no sepa que podría haber sido atacado si no se hubiese encontrado con alguien como yo. -Dijo mientras replegaba sus alas y saltaba al suelo.

Mire como salto del sitio mientras replegaba sus alas, me quede parado al oír lo que me dijo. Savia que era un semidragon y tenia mucha razón en lo que dijo.

-Pues si no puedo negar que si no hubieras sido tu me hubieran atacado pero que sepas que soy un semidragon y lo digas de esa manera realmente no me termina de gustar. Por cierto no se quien eres, solo que diría que tu eres un demonio no?

En ese momento caí en que no me había presentado yo tanpoco. Donde estaba mi educación.

-Por cierto soy Rextrom Azazel y tu eres?

Se acercó a el para que su cara se encontrase con la del joven. Tuvo que alzar un poco la mirada para cruzarse con la suya debido a la diferencia de alturas.

-Sólo hay que mirar el brillo de tus ojos para descubrir el fuego de un dragón. -hizo una pausa y se separó de el- Nuestros ojos se parecen pero nuestras razas los hacen diferentes.

Pensó en lo que el dijo anteriormente y repondió:

-Y si, soy un demonio, no creo que sea muy fácil confundirme con las demás especies que habitan este mundo. -Calló cuando Rextrom dijo su nombre y ella dijo- Puedes llamarme Aydana, simplemente basta con que recuerdes ese nombre, porque en el lugar donde yo nací no hay apellidos que nos diferencien.

En mis viajes por los distintos tiempos aún no había encontrado nada que realmente mereciera el mas mínimo interés. Necesito un lugar por donde pasear tranquilamente. -Pensé.


Salí de la ciudad y me crucé con la entrada a lo que parecía un cementerio. Entré y deambule por los estrechos senderos, la vegetación iba en aumento conforme avanzaba. Deducí que me acercaba a la parte antigua del cementerio.


A lo lejos pude ver a dos criaturas charlando: un semidragón y un demonio parecian. Me acerqué lentamente para no parecer agresivo y desencadenar un malentendido. Cuando estaba a una distancia pruedente me detuve medio escondido detrás de una de las numerosas tumbas.


-El paseo se ponia interesante después de todo. -Pensé y me mantuve a la espera de la reacción de estas dos curiosas criaturas.

Note que alguien se dirigía hacia donde estábamos de una manera tranquila al principio no me importaba, pero cuando se detuvo mirándonos a mi y a Aydana refugiado tras algunas tumbas no me gusto tanto. Desenvaine mi espada (en modo látigo) y sin previo aviso lance un ataque hacia donde estaba ese individuo.

-Parece que alguien nos espía no crees Aydana y no se pero a mi no me gustan que me acechen y menos en este día que llevo. Un placer conocerte, demomentoes muy agradable tu compañía.

Retorne la espada a su posición normal pero me mantuve alerta por si decidía atacar o algo aproveche esta espera para sacar mis escamas a relucir, estaba cansado de huir ese día, si decían atacarme iría con todo lo que tenia a por quien fuera.

-Seas quien seas no me gusta nada que me espíen el próximo ataque no sera una advertencia como este.

La joven demonio no se dio cuenta de la nueva presencia hasta que el recién presentado no se dió la vuelta repentinamente y desenvainó su espada/látigo para atacar hacia unas viejas lápidas. Ella se puso en posición defensiva con la cola erguida y las alas desplegadas; su pequeño juego se había visto interrumpido:

-Podría hacer que mi compañía fuese mucho más agradable -dijo mientras pasaba la lengua por sus pulidos dientes.

Enseguida miró fijamente frunciendo el ceño donde había atacado su acompañante sin decir nada más.

Me habían descubierto pero la demonio no parecía demasiado ofensiva. El látigo del semidragón cortó algunas de las hojas tras la que me ocultaba dejándome a la vista.


-Tranquilo semidragón, no pretendo pelear contra ti ni contra ella Le dije mostrando mis manos en son de paz. -Solo pasaba por aqui.


Al ver que la espada volvía a su forma original, empecé a acercarme poco a poco para mostrar que mis intenciones no eran malas. La demonio parecía muy interesada en como se estaba desarrollando la situación, casi se podría decir que le divertia ver como la tensión entre el semidragón y yo aumentaba.


-Me llamo Narat -Dije mientras me retiraba el casco para que pudiesen verme la cara. -¿Qué os trae por este cementerio?

Mire como el que se presento como Narat se retiro el casco.

-Bueno los motivos por los que yo estoy aquí no son de tu incumbencia, y para solo pasar por aquí muy bien que te has quedado hay espiándonos. Que quieres que te diga pareces muy sospechoso.

Me mantuve a la defensiva no me gustaba nada que me espiaran normalmente eso era señal de que querían algo de mi y normalmente no era agradable.

-Por lo que a mi respecta no eres de fiar demomento.

El caballero desconocido se quitó el casco que cubría su rostro. Sus cabellos blancos ondearon con la brisa y la demonio no pudo evitar mirarlos, luego se fijó en sus ojos de particular color. A la vista, "será un eldar" pensó. Pero la situación daba mucho que pensar. Aún así bajó las alas y agitó la cola dando contra el suelo:

-No sé qué decir, pero desde luego los cotillas no son de mi encanto. Nunca saben donde pueden meterse. -hizo una corta pausa pensativa y continuó- No es muy tranquilizador que después de estar escondido vengas en son de paz, Narat.

Pronunció su nombre con claridad, sin aún presentar el suyo.

La situación se estaba volviendo a mi contra por momentos. Decidí quedarme parado donde estaba pues si me acercaba más aquello acabaría en pelea.


El viento hacía que las copas de los árboles ondearan y el ruido de las hojas moviendose era el único sonido que se podía oir. Bajé las manos lentamente para tener cerca la empuñadura de mi espada por si la cosa se ponía fea.


Sin duda era obvio que desconfiasen de mí después de haberme escondido para analizar la situación, pero ¿de qué otra manera podía acercarme? Si hubiese aparecido de repente quizás ahora estuviese atravesado por una espada-látigo o la hoja del final de la cadena que la demonio portaba.


-Os aseguro que soy de confianza, no era mi intención ocultarme de vosotros. Solo estaba allí hasta encontrar el momento adecuado para presentarme. -Dije con un tono pasivo y lejos de mostrar inquietud alguna. -¿Cómo puedo hacer que confieis en mi?.


Esperaba poder ayudar al semi-dragón pues conocía muy bien la gente que anda tras este tipo de criaturas y era ese tipo de personas con las que yo queria acabar.


Por otra parte, la demonio aún no suponia una gran amenaza hacia mi persona. Respire despacio y esperé su repuesta.

-La escena resulta curiosa. La mujer es extraña, como en los suburbios de El Cairo. El hombre con escamas parece nervioso. ¿Por qué esa agresividad? Debe haber sufrido algún trauma. ¿Quién es ese otro hombre? ¿Por qué ese acercamiento tan cauteloso? No ha estudiado la situación, no le he oído. Reflexionaré sobre eso más tarde. Debería intervenir, "evitar disputas es de buen ciudadano". No lo entiendo. Lo haré igualmente. ¿Quizás sólo actúan? ¿Para impresionar a la mujer? No, ese género no requería cortejo. Puede que mis datos sean erróneos. Debería intervenir, no tengo suficiente información acerca de estos comportamientos. Sí, será lo mejor.

Dejo mi escondite entre las ramas de un árbol cercano, la pérdida de visibilidad y ventaja estratégica es necesaria para poder entablar un contacto con los conversantes. Tras bajar de la rama me desplazo caminando apoyado en mi bastón hacia la escena y me detengo a su lado.

-¿Cuál es la razón de su ira?-Digo mirando al semidragón con ojos vacíos de toda expresión.

Me fijo en la mano cerca de la empuñadura del segundo extraño-¿Y por qué teme usted un ataque de su interlocutor?

Se estaba empezando a cansar de la repentina situación en la que se encontraba, y para colmo, pensó, aparece otro individuo más. Aunque tuvo tiempo para decirle algo al eldar:

-Mira, por mí déjalo estar. -Murmuró poniendo los ojos en blanco. La escena ya le rozaba lo absurdo y puso sus brazos en jarra, batiendo un poco las alas.
Ahora se detuvo a observar el nuevo visitante que apareció entre la maleza. "¿Qué tendrá este lugar apartado de la mano de Dios que nos junta a tantos en tan poco tiempo?" Pensó. Menos mal que vino a descansar, Aydana no solía atender a tanta gente junta.

El recién llegado era un ser extraño, sin ningún vello que adornase su cuerpo y de tez morena.
Hablaba como un deficientey su cara era demasiado inexpresiva.

Esto ya carecía de sentido para mi cada vez era mas raro primero me perseguían para cazarme, luego apareció Aydana lo que resulto agradable, después ese tal Narat que nos espiaba y decía que no quería hacer nada malo y ganarse la confianza y ara el tipo este que no tenia ni un pelo haciendo esas preguntas.

-Lo primero para ganarse la confianza de alguien hace falta tiempo, y como ya sabes tu no empezaste en absoluto con buen pie.

Mire al extraño individuo sin pelos.

-Primero que clases de preguntas son esas, apareces de la nada y ya quieres saber los motivos, y sin preocuparte de nada ni presentarte. Que mundo de locos es este.

Mire a Aydana y suspire almenos había salido algo bueno de todo ese día tenia la sensación de que ella no me atacaría.

-Bueno Aydana pareces estresada la verdad, parece que no te gusta esta situación, a mi lo único que demomento me gusto de este día es conocerte, principalmenteporque no estoy muerto y podría estarlo así hubieras querido.

¿Clase de preguntas? Quizás hayan sido demasiado directas, ¿debería haber sacrificado claridad a cambio de protocolo? Es posible, debo recordarlo para futuras ocasiones.


-Debo disculparme, no se de que tipo son las preguntas que he formulado yo tampoco; pero no he aparecido de la nada, estaba meditando sobre ese roble cuando llegó la mujer y comencé a observaros. No tengo interés en los motivos, pero es la fórmula aceptada socialmente para disuadir a los dos participes de un conflicto, y es mi deber como ciudadano disuadiros. Mi nombre es Hassan.

Continué observando a mi interlocutor fijamente. ¿Tendría alguna otra pregunta que formular?

Debido a la desconfianza que producia el aparecer de aquella forma, la situación seguramente se iba a volver en mi contra. El semidragón no sólo desconfiaba de mí, sino que tambien del recién llegado. Un hombre de oscura tez que se apoyaba sobre un bastón.


Decidí no quedarme allí por mas tiempo, pues ya buscaría información por otra parte. -Bueno, viendo que mi presencia aquí no es bienvenida me iré. Adiós a todos.


Me volví a poner mi casco y retrocedí lentamente. Cundo estuve lo suficientemente alejado me di la vuelta y seguí mi camino hacia otra parte.

La demonio no podía decir nada salvo a Rextrom, al cual sonrió pícaramente:

-Me alegro poder haber sido de tu agrado -dijo girando la cola. Miró al recién llegado que hablaba de forma extraña, al cual ignoró pues no se dirigía a ella.

Vista la situación, el eldar se marchó y ella no pudo evitar un encogimiento de hombros y le dijo adiós con la mano cuando se dio la vuelta.

Mire extrañado el primer tipo que nos espiaba haora se marchaba, pero el ambiente seguía siendo tenso por el otro individuo, hablaba de una manera muy extraña. La cual no me gustaba me ponía nervioso.

-Pero también deberías darte cuenta de que hay momentos y momentos para intervenir y tu precisamente no has elegido el mejor. Al igual que tus palabras y como me imagino que sabrás no en todas la sociedades esta bien visto lo mismo.

Mire como Aydana movía su cola, era divertido parecía que se moviera por voluntad propia, en reacción con lo que pensaba.

-Aydana tu que opinas de todo el asunto que esta pasando, aparte de que es muy extraño y bastante surrealista?

"No si no se callaran" pense....

No tenia ni las ganas ni la fé ni las maneras para rezarle a alguien pero es lo que tienen las promesas que se le hacen a alguien antes de morir.

Me levante de ddelante la lapida num T968226,con la frase"muero con la luz en el frente i la oscuridad a mis espaldas"Una de las frases que le hizo teniente en la gran guerra,aqui residia
Flamat Obama Roll,Teniente de la 16avo comando de infanteria tactica de la raza humana, que lucho conmigo i los mios contra las fuerzas aereas i de asalto del ejercito vampirico.

Aunque no sabia ni las tipicas frases de su fe catolices..catolica, le prometi que pasaria a verle cada año, i ya me habia demorado demasiadas decadas....
"Pero no, ellos no pueden dejar ni que uno hable con sus muertos.....joder"Sali de detras la lapida de metro 60-70, i me dispuse a dar dos pasos al frente i sermonear a los desconocidos que no me permitian acometer mi causa en aquel lugar....

-EY vosotro!-dige señalando a la muger semi animal por la cola"no espera esa forma de cola no es animal, es de ser del infierno.....pero no noto el fuego en sus ojos,puede que demonio...a,demonia"asta que me di cuent que podia ser un ser demoniaco...."I muy sexy¬¬"I mirando al muchacho joven"I esbelto¬¬"-Si habeis venido aqui a meditar rezar o visitar a alguien hacedlo, i si no lo vais a hacer como minimo guardad voz baja para permitir que otros lo agan!

Aydana se rió ante el comentario de Rextrom. En realidad tenía toda la razón, pensó mientras se pasaba los dedos por los labios y removía la tierra lentamente con la cola. Antes de contestarle algo, una figura totalmente inóspita apareció como de la nada, por detrás de una lápida de un tamaño considerable. Señaló a ambos y les dijo molesto que bajasen la voz. Ella se cruzó de brazos y le miró alzando una ceja.
-Perdone nuestra insolencia, pero es que mi amigo y yo dábamos por sentado que nadie suele venir a esta parte del cementerio a rezar a nadie, ya que es tan viejo... -dijo señalando los alrededores con un gesto de la mano.

Mire a Aydana parecía que estaba descuerdo con lo que había dicho antes de que apareciera este hombre, el mismo que me había espiado ara un tiempo en el desierto. No savia que pensar de el pero no me gusto nada lo que dijo hoy erra con mucha diferencia uno de los días mas extraños y estresantes de mi vida. Aunque no todo era malo.

-Para empezar aquí el único que esta gritando eres tu nosotros hablamos en un tono normal. Y ya es la segunda vez que apareces de la nada la primera fue en el desierto y hoy estoy muy pero que muy nervioso con todo lo que esta pasando.

Se notaba que no me había gustado nada que llegara aquel tipo, no es agradable encontrarte con la misma persona 2 veces como si hubiera estado espiándote o alguna cosa así y en aquel día realmente me puse paranoico con toda esa situación.

Volví a mirar a Aydana sobretodo me fijaba en su cola era divertido ver como jugueteaba con ella.

Mire con furia al hombre con armadura de negra, empezava a enmfurecer, asta que razone i medi cuenta de k-Disculpame, pero esque tengo el oido muy fino i lo que para vosotros es un tono normal o fuerte para mi son gritos, asi que me gustaria que respetarais un poco a la gente que viene aqui a ver a alguien, nocreo en estas cosas i me pone nervioso el lugar, asi que intentad discutir flojito o en un lado un poco mas apartado.

M e volvi a agachar i leventando la cabeza por encima de la piedra dige-i no e aparecido de la nada, estoy aqui con mi compañero,como se suele hacer en estos lares.

I me volvi a agachar sin prestar atencion a los otros hombres del lugar.

"lo siento troll, una gente que no respeta el silencio del lugar, bueno yo te contaba que....a si, me instale en la plaza de la estatua un lugar lejos de aqui, i de todo, es el unico sitio donde respiro maxima paz irelajacion, aparte estan prohibidas las...."