A por la bestia taurina {Acordado}

Participantes: Merry, Angella, Taurus y Kaymi

Estaba amaneciendo en las Montañas Heladas y yo me encontraba allí por un que alguien había decidido cazar semidragones, en el pueblo havia oído que por allí rondaba un semidragón malherido y que alguien le estaba dando caza.

Aunque había bajas temperaturas, no notaba el frío gracias a la túnica negra que me envolvía el rostro y me tapaba la cara.
En el suelo de la montaña había encontrado huellas de dos personas que estaban empezando a borrarse por la nieve que empezaba a caer. Las huellas se centraban en una zona en la que parecía qu había habido una pelea, en esa misma zona del suelo se podía distiguir que alguien había estado tumbado en el suelo mientras que unas huellas se alejaban de la zona seguidas por un rastro de sangre.

"Parece que se estan persiguiendo y aún podré ayudar al dragón" pensé.

En el suelo distinguí unas escamas de un color azul oscuro. Las recogí para devolverselas a su dueño en cuanto le encontrara y me puse en camino siguiendo el rastro que había dejado.

Los rumores de caza fácil del pueblo habían llegado a oídos de la chica y allí se encontraba, en algún lugar de aquellas montañas, a no se sabe que hora de la mañana y con solo unas pieles que a duras penas le tapaban el cuerpo. No le sentaba demasiado bien el frio, pero si a eso le sumaba que se había perdido por enesima vez y que no había ni rastro de ninguna cosa que llevarse a la boca, entonces se enfurecía como si de una traicion se tratara.

-La madre que pario al tio que invento las montañas! -iba despotricando mientras intentaba taparse en bano.- ¿Pero a quien se le ocurrío la idea de hacer caso a unos estupidos rumores?!- siguió mientras caminaba sin rumbo fijo, hasta que a lo lejos vio a un chico, el cual recogia algo del suelo.- Eh! Tu! Si, tu. Si eso que acabas de encontrar se puede zampar, lo siento pero tiene dueño.

Mientras acababa de decir eso fue acercandose al chico para, al llegar a su lado, observar lo que tenía en la mano para justo despues llevarse una desilusión.

-Vale, no es comida. Todo tuyo.- le dijo sin inmutarse lo más minimo.- No tendras algo por ahi que sirva para abrigarmo o bien para comer... O para las dos cosas, no me importa.

Me encontraba en la cima de la montaña delante de una tumba recién echa, por los rastros que habían esparcidos por el suelo deducía que era lo que yo venia buscando, el semidragón pero alguien ya le había dado caza, desilusionado me senté. Iba solo con mis pantalones ni calzado ni parte de arriba que cubriera mi torso pero aduras penas notaba frío, solo maldecía al entupido que se me había adelantado, hacia semanas que perseguía a ese traidor, era una deshonra un semidragón que se había unido al futuro merecía la muerte pero yo quería ser su verdugo:

- Maldigo a quien se me haya adelantado, pero a la vez te aplaudo.

Dije en voz normal mirando al suelo, a mi lado derecho yacía clavada en el suelo mi hacha Degolla dragones, y a mi lado izquierdo había una hoguera con 4 conejos, la verdad no esperaba encontrarme a nadie pero los había cazado i todo lo que se caza se come o se utiliza.

- Ya les queda poco.

Pues yo seguía con mi mapa inúlit que me llevaría a ninguna parte, tenía que dejar la costumbre de pedír que me hicieran aquellas galimatías en un papel, pues nunca conseguía que aquello me llevara a ninguna parte... me gutaba moverme por ahí sin rumbo.

Había escuchado por el pueblo que acababa de abandonar algo sobre un semidragón al que le daban caza, andaba pensando en ello, pues tendría que tener los sentidos alerta, no quería sorpresas. Estaba un poco ambrienta y como de costumbre no me había hechado provisiones para el camino, entonces escuché unos movimientos.
-quién anda ahí?- pregunté poniendome en guardia

Me sorprendí de oir a alguien tan ruidoso por aquella zona "Que passa ahora?".

Me giré y ví a una mujer delante de mí. - Lo siento, pero no tengo nada de comer, deberias de haber comido algo antes de adentrarte en estas montañas No creía que ella hubiese luchado contra el semidragón al que buscaba. - Me llamo Kaymi, que haces por aquí?

Después de formular la pregunta oí a alguien que chillaba preguntando quién habia por allí. "Dos personas en tan poco tiempo? Seguramente esten aquí buscando al otro semidragón, mejor no revelarles qué soy"

No respondí esperando que lo hiciera la mujer hambrienta, aunque me encaré hacia el lugar del que había salido la voz poniendome en guardia.

El chico con el que se había encontrado le respondio, aunque ella no había formulado ninguna pregunta, y ella decidio responderle:

-Lo hubiera echo de no ser que estoy pelada.-le contesto un poco de mala gana mientras seguía haciendo el bano esfuerzo de abrigarse con sus propios brazos.- Angella. Busco algo de comer.

Sus palabras seguían sonando con desgana pues en ese momento su mente se concentraba en no morirse de frio ni de hambre. Justo despues de cruzar aquellas palabras con el hasta hace poco desconocido chico, oyeron una voz que les preguntaba que quienes eran.

-¿Llevas comida?- le pregunto a la figura que les había preguntado haciendo caso omniso a su pregunta.

Hoy como alguien hablaba y no hacia mas que repetir comida, comida, comida, al acercarme a una pequeño precipicio y mirar hacia abajo vi a otro semidragon y una bárbara, estos parecían pertenecer al pasado así que no me importaban, pero la comida me sobraba y amas la bárbara parecía tener frío, así que me acerque al fuego y cogí dos conejos i los puse dentro de una bolsa de tela, agarre mi chaqueta que yacía tirada por el suelo y volví al barranco donde tire la bolsa con los conejos entre la muchacha y el semidragon, y luego lance la chaqueta esta por mala suerte cayo encima la cabeza de la bárbara, tras eso vi llegar una tercera persona pero no me fije en ella me gire y volví a mi piedra a observar la tumba del difunto semidragon mientras susurraba:

- Haber si ahora ay mas paz.

En mis pies yacían todas las escamas que habían esparcidas por la cima, con las cuales empecé a jugar, pensativo.

Me quedé un poco extrañada, pues fue muy irónico escuchar simplemente una voz femenina preguntando si llevaba comida, no no llevaba, pues si así fuera ya me habría parado a comer... me fui acercando hacia allí, el bosque se fue haciendo menos espeso, hasta llegar a un claro, allí pude vislumbrar dos personas, y otra más que se giraba y se iba hacia una piedra que había en el filo del precipicio.

A la joven le acababa de caer una chaqueta en la cabeza, le haría falta, pues no hacía precisamente calor y ella llevaba muy poca ropa, junto a la chaqueta le tiró una bolsa con algo dentro . Me acerqué a ellos respondiendo a la pregunta de antes.

- no, no llevo comida, pues ya me la habría comido... pero si eso que tienes ahí es comida... yo con un trocito me conformo-les miré a los dos, al recordar la comida mi barriga rugió y mi boca si hizo agua...- soy merry, encantada- "que coño hace por aquí tanta gente, será por lo del semidragon...?" - que hacéis por estas tierras?-

Vi como se hacercaba la mujer que acababa de llegar al lugar. Era algun tipo de elfa ya que se notaba tanto en sus orejas como en su belleza. Cuando se estaba acercando cayo una chaqueta encima de Angella. Me quede mirando la escena sorprendido y luego mire hacia arriba, alguien tenía qu haber lanzado la chaqueta, no podia se que ésta cayese del cielo.

"Puede que el semidragón siga con vida"

La chica nueva dijo que se llamaba Merry, y seguramente también había venido a por el semidragón, las cosas se ponian cada vez mas difíciles. No podía revelarles lo que era ya que seguramente habían venido a por un semidragón, pero si no llegaba arriba del precipicio que tenia detrás tal vez no llegaría a salvar al semidragón.

- He venido aquí por lo del semidragón, es posible que esta chaqueta sea suya o de su perseguidor y que aún este con vida allí arriba - señalé a la cima del pequeño precipicio con mi bastón- Así que yo voy a buscar una manera de llegar allí, me acompañais?

"Ojalá digan que no"

Estaba escuchando a la recien llegada y al chico que tenía al lado cuando de pronto olío a carne acercandose a ella a cierta velocidad. Instantes despues unas especie de bolsa cayó a su lado, pero para cuando fue a mirar hacía arriba para ver al "angel" que le había dado esa comida, otra cosa le cayo en la cara. Para cuando se fue a quitar la chaqueta de su cabeza el "ángel" ya no estaba.

-¿Pero quien...?- dijo mirando aún hacía arriba esperando ver algo entre la nieve que había.

Entonces la elfa le hablo pidiendole comida y presentandose.

-Yo Angella, y si hay suficiente no me importa.- le contesto referiendose a la comida que olía tan y tan bien y que le pedía a gritos ser comida.

-Pues si no te importa, te acompaño.- le contesto al chico empezando a andar ya hacía la subida.

Yo, aun me encontraba sentado en la piedra arriba del todo del precipicio, sin moverme, observando la tumba del semidragón, en mi mano yacía uno de los 2 conejos restantes que quedaban en la hoguera, algo mordisqueado. Parecía que los gritos y el ruido de abajo se habían acabado, se habían calmado, en parte me alegraba, me gustaba el silencio y la tranquilidad, aparte aun seguía un poco enfurecido por el hecho de no haber podido dar caza al traidor, y me irritaba fácilmente.

- En fin el destino no a querido que yo fuera tu verdugo, pero en si mi trabajo esta hecho, tu estas de vuelta con madre tierra, y yo puedo seguir con mi misión. ¿Entonces porque… Porque tengo esta rabia en mi interior?

Me quede pensativo buscando una respuesta a esa pregunta que formule en el aire. Pero no encontraba ninguna, cogí todas las escamas que había recogido de ese semidragon y las tire en la tumba, luego me levante y me dirigí a la hoguera y cogiendo una de las ramas encendidas me dirigí a la tumba, y arrojándola a la tumba para que esta prendiera fuego, dije:

- Un enemigo menos, una victoria mas, no te sientas mal por haber muerto, ya que tu muerte, simboliza el comienzo de un nuevo nacer para este mundo.

Tras eso me volví a sentar observando las llamas.

Miré al joven pues al parecér él venía a por el semidragón si más no eso dijo, la joven por el contrario creo que solo buscaba comida...

A mi no me interesaba lo más minimo ir tras aquel semidragón, peró cabilé sobre las posibilidades que tenía. Podía seguir mi camino lo que no sería muy dificil, pues tampoco antes tenía el rumbo fijo, y continuaría dando trompicones por aquellas montañas, hasta encontrar algun claro que me fuera familiar, conseguir cruzarlas y llegar a la siguiente ciudad donde se celebraba aquel gran mercado, en el que seguramente encontraría mercanzía interesante.
Y, por otra vanda y esta fué sin vacilación la elección que tomé, pues mi femelico cuerpo lo pedía a gritos, quedarme con aquellos extraños personajes y investigár sobre quién era el hombre del acantilado. Podía haber cazado algo por el camino, pero no todos los dias te cae un saco con comida del cielo...

- Escuché lo del semidragón, pero no se muy bien de que va todo esto, si fueras tan amable...- le sugerí al joven esperando a que me diera alguna información más sobre el tema que nunca estaba de más- y si no os importa yo también vengo con vosotros, veamos quién se esconde tras esa subida.

Les seguí cuesta arriba, adentrandonos entre unas grandes piedras, por donde había que trepar un poco para llegar a la cima.

Las dos mujeres que acavaba de encontrarme ivan a seguirme, asi que empezé a caminar cuesta arriba. Al llegar arriba distinguí a alguien sentando delante de lo que parecia una tumba en llamas, pude distinguir algunas escamas del mismo color que la que había encontrado antes dentro de esa tumba.

Me encaré al hombre que había allí sentado y me prepare para luchar.

- Has sido tu quién a acabado con su vida? Has quemado todos sus restos? Le enseñé la escama que tenía y la arrojé al fuego.

Siguió a los dos montaña arriba tapandose bien con la chaqueta para recuperar el calor perdido, aunque parecía un poco imposible. Escucho como la chica le preguntaba de que iba todo aquello a él y decidio prestar más atención a su contestación pues ella también quería saber de que iba lo del semidragon.

Al llegar arriba, vio igual que los demás, que había una figura bastante grande sentada delante del fuego, el cual parecía que albergara una tumba. Sin esperarselo, presenció como el que las acompañaba se enfurecía con el hombre que acababan de encontrar arrojandole la escama que llevaba.

Entonces se fijo más en la figura de aquel hombre. Era alto y musculado, demasiado grande para ser un humano. Aún el frio que hacía, andaba sin ningún tipo de abrigo y sus movimientos eran bastos, como los de un hombre cavernicola. Una parte de ella se empezó a sentir atraída por él, pues no cabía la duda que era su tipo.

Cuando por fin habían logrado desconectar los tres viajeros habían llegado hasta mi ubicación, y uno el que parecía un humano pero con algo raro se me acerco, preguntándome de mala forma si yo había matado el semidragón, cosa a la cual sonreí porque no me hubieran faltado ganas, pero a la vez me cabreaba porque quien se creía el para hablarme así. Sin pensarlo me levante poniéndome delante del y le dije:

- Mira cachorro, no me vengas con esos aires, ya te digo que no, no lo mate yo pero ganas no me faltaban, y si yo e quemado todos los restos, no necesito nada de un semidragón traidor.- suspire clave mis ojos en los de el y dije.- Quieres algo mas o ya me puedes dejar tranquilo?

Esperé con impaciencia a que me respondiera, pues él no soltó prenda y aquello me mosqueó pero no dije nada, a caso escindía algo? tampoco había preguntad nada comprometido...no? simplemente era un humano...? le miré, analicé aquellas preguntas que me surgían, sacando mis propias conclusiones al respecto.

Al llegar arriba vi al ser que había tirado la chaqueta y la comida, sentado junto al fuego Kaymi se enfureció con este pensando que lo había matado él.

- Si no has sido tu alguien más anda también por estos lares... traidor el semidragon ? - pregunté sin más, me fastidiaba no entender nada, mi barriga volvió a rugir
- bueno ahora que ya no hay que buscar podemos comer?- pregunté y miré a la chica que se tapaba con la chaqueta, pues seguramente estaría de acuerdo.

Al parecer ese hobmre queria cazar semidreagones, aunque no entendia el porqué, tambien dijo que ese semidragon era un traidor, cosa que yo no comprendí.

- Aún no te voy a dejar en paz, no hasta que me expliques lo que ha pasado y porque ese semidragón era un traidor.

Seguí de pie ya que ese desconocido parecia que podia atacar en cualquier momento y esperé a que respondiera.

Miro alternativamente a los dos, sin acabar de entender que pasaba entre esos dos. Aún así, tenia claro que tenía hambre y quería solucionarlo.

-Eh... Tengo hambre, así que estoy de acuerdo con la elfa.- dijo sin intención de empeorar las cosas.

Excuse sus preguntas pero me mantuve inflexible sude del otro semidragon así que cogi y me senté otra vez en la roca , tras unos segundo y al oír a la bárbara dije:

- Ay ahí un par mas de conejos si queréis cojerlos y calentar los que os tire antes.

Puesto que parecia que no sacaria mas información por el momento decidí sentarme con los demás y esperar otra oportunidad.