Un día de caza [acordado]

Mordisqueé con ganas la manzana que había recogido del árbol en el que me estaba apoyando. Con la ayuda de mi habilidad con el fuego, conseguí una pequeña fogata para ahuyentar a cualquier bichejo. A la par que me servía para cocinar aquél conejo que había cazado.

-¡Es la última vez que sigo un plano dibujado por el memo de Matt, en serio!- gruñí, asqueada. Mi tono de voz se agravó unos instantes, para imitar la voz burlona de aquél que supuestamente era mi compañero de fatigas.

-Y además, me he perdido en este bosque, a las tantas de la noche, me ha dejado aquí tirada y sin saber qué hacer. ¡Estupendo!

Pinché con una rama el conejo, para comprobar que mi cena se estaba cocinando a la perfección. La noche iba a ser muy larga.


[off: acordado para Nacora, Twinsouls y Katherine]

No le apetecía en absoluto beber sangre de animal, pues le parecía muy rancia, pero por desgracia para ella, había acabado sin saber cómo en aquel bosque. No sabía que hubiera bosques por allí cerca. Y lo peor; tenía sed.

Estuvo andando durante un buen rato, hasta que avistó una pequeña luz cerca de un árbol. Era una fogata, aunque un poco enana. Le llamó la atención y fue a curiosear.

Lo que se encontró fue a una elfa, sentada, cocinándose un conejo. Se acercó a ella, cautelosa.

-Hola. ¿Qué hace una elfa en un bosque a estas horas de la noche? -intentó preguntar con tono inofensivo, para que no se pusiera a la defensiva o la tomara como a una enemiga.


(off: lo siento tenía que decirlo XDD cocinándose un conejo JAJAJAJAJA dioss XDDD)

-¡La hostia!- grité, alterada. Por mucho que aquella mujer hubiera hablado tan suavemente, no me esperaba su presencia. Me recordaba a cierto alguien. Y ese recuerdo logró que se agolpara la sangre en mis mejillas.

-Me he perdido- mi ritmo cardíaco aún estaba alterado por la sorpresa y la imagen mental de mi maestro. Suspiré un par de veces, intentando calmarme. Milagrosamente, lo conseguí.

-Y no sé encontrar la salida.

Me la quedé mirando unos instantes. Era muy guapa, y me hizo sentir algo cohibida. Le señalé un vacío a mi lado, apartando las bolsas.

-¿Quieres tomar asiento?

Al notar su presencia, a la elfa se le agitó el ritmo de la sangre. Nacora pudo olerla. No se parecía a la de los humanos; sin embargo, no tenía una olor tan mala como la de los animales. Aún así, prefería no morderla. No de momento, al menos.
Ella le hizo un sitio y se sentó a su lado, observando atentamente el conejo abrasándose.

-Se podría decir que yo también me he perdido. -hizo una pausa y giró la cara hacia su compañera.- Me llamo Nacora. ¿Tú eres...?

-Katherine Selene Schwarose- recogí al animal que prácticamente se estaba carbonizando en la hoguera. Le arranqué una pata y se la acerqué a Nacora, con una sonrisa.

-Es poco, pero espero que te llene algo- me sorprendió ver que la mujer no agarraba lo que le tendía. Mi gesto se tornó receloso. Alerta.

-Tal vez no te apetezca. No insistiré.

Intenté buscar alguna excusa para distraer los macabros pensamientos de mi mente. Algo no funcionaba, pero no estaba de humor como para pelear o hacer cualquier otra locura. Pero me inquietaba. No podía evitarlo. Era de noche, estaba en un bosque perdida, acompañada de una mujer extraña que, a pesar de su enorme belleza, me intimidaba. Y además, el incesante remover de las hojas que nos rodeaban me estaban enervando.

Asintió con la cabeza cuando Katherine le dijo su nombre.
Cuando ésta le tendió el cacho de carne, Nacora se quedó perpleja. Por lo visto no se había dado cuenta de qué era. Aunque le hizo gracia, hacía siglos que nadie le ofrecía ese tipo de comida.

-Encantada. -no sabía de qué hablar, así que, como de costumbre, dijo lo primero que se le pasó por la cabeza.- Yo me he perdido porque buscaba algo... a unas personas. ¿Y tú? Si se puede preguntar, claro.

-Buscaba una excusa para no permanecer en el castillo durante un tiempo, así que empecé a andar con las indicaciones de un memo hasta el punto de haberme perdido.

Me froté con fuerza el tenso cuello. Cuando terminé, pude ver a una presencia que nos observaba desde una prudente distancia.

Era una mujer. Me agazapé, lista para saltar si hacía falta. Tampoco podía fiarme de mi acompañante, apenas la conocía de nada. Agarré mi arma y lancé un aviso verbal.

-¿Quién va?

oli a distacia el olor de un hoguera encendida, y me apresure a saber quien era aquel inconciete que havia osado permecer en akel bosqeu en akellas horas.rapidamente llege al lugar donde encontrer una elfa y una vampira. compañia estraña,pense. la elfa no to mi precencia, levante la lanza para que se pudiera ver , pero dejando mi rotro seguro de no se iditeficado, la elfa lanzo un pregutar para que yo saliera, pero mejor que continuar en el anominato.

-una elfa y una vampira..... una pareja un poco estraña para este bosque- dije para saber mas sobre su estancia en el bosque- no de verias tener esa hoguera encedida .... aki hay animales estraños que creo que no conoces, elfa.

-No temas a mostrarte- contesté, amablemente. Luego reflexioné sobre lo que la desconocida había dicho.

-¡Vampira!- miré a mi acompañante, y luego a la desconocida. Me alejé prudentemente de Nacora y me acerqué a la otra figura unos centímetros.

-Vale, esto se esta poniendo raro. Yo solo quiero salir de este bosque, volver a mi casa y ¡ arrancarle los ojos al cerdo de Matthew-! mi grito rabioso dio por entendido que la situación me desagradaba en exceso. Ya había encontrado el porqué de mi inquietud inicial. Pero la nueva presencia tampoco me resultaba reconfortante.

-Socorro...- jadeé, con una alegre sonrisa. Era extrañamente divertido.

vi com la elfa se sorprendia de qeu su companyera fuera un vampira, la elfa se levanto y se acerco ami yo me aparte un poco.la elfa dijo algo sobre alguin que conocia. al ver la elfa un poco confundida de cidr entablar comversacion con la vampira, era una de la razas que mas respetava por su forma de ser.

-vampira, ke haces tu eneste boske...... pensava que no us gustava mucho la naturaleza a vosotros-observe cuidadosament a la vampira , su ojos eran cabtivadores y sensuales,pero no meafectava en absoluto.

Apareció una chica, raza de la cual desconocía en aquellos instantes. La elfa, al descubrir que Nacora era vampiresa, se alejó de ella. Le molestó un poco, pero no dijo nada, puesto que estaba acostumbrada a ese tipo de cosas. Aún así, quiso dejar claro que no tenía la intención de desangrar a nadie.

-Katherine, no pienso morderte. A pesar de que me muero de sed, nunca he probado la sangre de tu raza. Puedo hacerme creer que sabe mal, al igual que la de los animales, y controlar mis instintos. -frunció el ceño.

Luego se dirigió a la desconocida:

-Me llamo Nacora, preferiría que me nombrases así. Y si estoy aquí es por razones personales. -dudó unos segundos en si explicar sus motivos, pero finalmente se decidió.- Buscaba humanos, pero no encontraba a ninguno, y acabé adentrándome en este bosque. Y tú, raza de la que desconozco -se refirió a ella al igual que habían hecho con ella- ¿qué haces en este bosque?

Me sonrojé violentamente. Mi reacción había sido desmesuradamente descortés. Noté una punzada en el pecho, sintiendo mi reacción. Deshice mis pasos y me volví a acercar a Nacora, tendiéndole la mano amistosamente. Llena de vergüenza.

-Perdona. Aún me dan miedo las criaturas de la noche- reí, nerviosa. No quería provocarla y mucho menos contrariarla. Sus palabras me transmitieron seguridad. Respiré hondo, me aferré al colgante y miré la foto. Eso servía siempre para sosegarme.

-Ahora, la única desconocida que queda eres tu- posé mi arma en el suelo, para dejar bien claro que no quería lucha alguna. Solo salir del bosque y dormir aunque fuera en una cuadra. Temblé al oír un ruido tras de mí, ajeno a la desconocida y a Nacora.

-Si es una cucaracha...- jadeé, con una nerviosa risita

me sorprendio ver que la vampiresa se ofendiera pero mi cometario, pense que seria mejor darme aconozer, en este punto estava en desventaja.

perdona mi, forma de hablar nacora, non pensava que te ofendiera.- dejer que mirostro se iluminara-me llamo haruko, y soy de la raza de los infernales , y estoy viajando para conozer todos los boskes de est mundo......-antes qeu pudera acabar de hablar lanzo su lanza cotra una serpient que estaba apunto de morder a la elfa.

te dije que apagara el fuego elfa....-pero oyo algo estraño que la hizo inquetar.

Después de que Haruko, la infernal, matara a la serpiente que estaba detrás de Katherine, se oyó una respiración agitada. Lo percibió al instante, era un humano. Seguramente habría estado escapando de algún animal salvaje hasta llegar a ellas. Nacora se levantó sin dudarlo.


-¿Te persiguen...? No temas, nosotras te protegeremos. -al fin podía deshacerse de esa quemazón de garganta que había estado soportando durante tanto rato.

El humano, sorprendido por la apariencia de la vampiresa, bajó completamente la guardia. Ella aprovechó y lo rodeó con sus brazos.

-Aquí estás a salvo... -no tardó en hincarle los colmillos en el cuello, salvajemente. Éste gritaba, de dolor y de terror, pero a ella no le importaba.

Bebió lo suficiente para cubrir su sed, y lo dejó tirado en el suelo, muerto.

Se limpió la sangre de los labios con la lengua mientras se giraba hacia sus compañeras.

-No era nadie. No tenéis que preocuparos -les sonrió amablemente.

Reí con fuerza. Viajar era estupendo. Había encontrado más gente interesante.

-Perdóname por no seguir tu consejo, Haruko- con la ayuda de mi piroquinesis, disminuí el tamaño de mi fogata. Ya había cenado, tampoco me hacía falta mucha iluminación. Luego, mi espada se extendió hasta su lado, a escasos centímetros el cuello de la Infernal. Cuando mi arma se replegó, portaba, atravesada en su filo, una asquerosa rata. La eché al fuego.

-Pero he venido a cazar- le enseñé mi bolsa, con una ingente cantidad de bichos repugnantes y otros de considerable tamaño de los que solo había podido conservar cabezas o tripas.-Me estoy entrenando para ser una gran guerrero- me avergonzó el tono infantil con el que lo había dicho, pero no pude evitarlo.

Ya le había cogido el gusto a la compañía de ambas mujeres. Eran extraordinarias.

Contemplé el cadáver que había desangrado Nacora, y me arrodillé a su lado. Me puse a registrar en sus bolsillos y conseguí algo de oro y un pedernal.

-El oro es tuyo, Nacora, la presa la has abatido tu. ¿El pedernal me lo puedo quedar yo, para afilar mi acero?- pregunté, con una mueca torcida.

no me movi , quando la elfa mato ala rata, perque ya havia notado su precencia, observe la cantida de cosas ke llevaba.

un gran guerrero?, y para eso vas cazando animales, veo que los tiempos canvian.....-miro la vampiresa que se acercava a ella, esta era mas altaque yo pero inponia igualmente-veo que tenias ambre.... mejor asi no tendras que volver a matar dentre de mucho

- se dirgui alas dos criaturas-creo que estais perdidas verdad?yo os puedo sacar de este bosque.. pero todo tiene una recompensa- peso que las dos era suficiente ment fuerte para ayudarla a encotra la flor que estava buscando.

-os ayudare a salir de este boske con la condicion de ke me ayudeis a mi.....

-La caza leva al reconocimiento del terreno, y el conocimiento a la fuerza- cité, de un antiguo aprendizaje.

-Por supuesto. Si tu nos vas a ayudar, lo menos que puedo hacer, al menos yo, es agradecértelo con otro favor.

Miré a Nacora, con una sonrisa.

-¿Tú que opinas, Nacora?

Miró a ambas. La verdad es que no pensaba que necesitara demasiada ayuda para salir del bosque, pero como la noche se presentaba aburrida, decidió ir con ellas. Al menos se entretendría, supondría un cambio a su rutina, y eso es lo que siempre andaba buscando.

-De acuerdo, ayuda mútua. -miró a Haruko.- ¿Qué es lo que necesitas?

al ver que las dos chicas ivan a coloborar, le dijo lo que nessecitaba:
-estoy buscando la flor de luna azul, es uan flor muy rara que se encuetra en las entrañas de este boske....- miro a nacora y a katherine al ver como reacionaban -
mi plan es que entra las tres podamos encotrala antes de que salga el sol..... porque esta flor tiene la peculiarida de poder crear ilusines opticas......por eso me va bien contar con vuetra ayuda....- las miro otra vez , luego saco u dibujo de la flor.
la flor es mas o menos asi..- mostrando el dibujo.

Miré con atención el dibujo. Si lo había hecho Haruko, estaba muy bien. Sonreí.

-Yo no sé dibujar tan bien- tomé el dibujo entre mis manos y lo observé con detenimiento. Me sonaba de haber visto esa flor antes. Lo malo era recordar donde.

-Yo iré hacia el sur. Vosotras distribuid vuestra ruta como queráis- le devolví el dibujo a Haruko y les sonreí a ambas. Pero antes, quise disculparme ante Nacora. Había sido muy ruda con ella, y no me había hecho nada salvo ofrecerme su compañía.

-Siento mi rudez anterior, Nacora- le ofrecí una pequeña pulsera que, hacía muchos años, me había regalado mi hermanastra -Guarda esto a buen recaudo, es un nuevo símbolo de camaradería, ¿ok?- sonreí alegremente y me encaminé hacia donde había indicado con anterioridad.

Observó la ilustración con detenimiento. Le sonaba haberla visto, pero no en directo. Quizás en algún dibujo o alguna foto. No tenía ni idea de dónde podría estar, pero su llamativa apariencia ayudaría bastante a la hora de buscarla.

Se sorprendió cuando Katherine le dio aquella pulsera. No obstante, la aceptó, amablemente. No le solían dar presentes, y menos como símbolo de camaradería, por lo que decidió guardarla lo mejor posible.

-Gracias, Katherine. -dijo con un tono suficientemente alto para que ésta la escuchara mientras se alejaba.

Se giró hacia Haruko.

-¿Y bien? ¿Prefieres que busquemos por separado, o juntas? -le preguntó.

mire a nacora, cuando me hizo la pregunta:
cuatro ojos ven mejor que dos....-dije con una sonrisa-es mejor que vayamos en direcion contraria a katherine, asi tendremos mas terreno para buscar

me dirigi al lugar donde estaba mi lanza clavada, la arranque y me gire, me quede un momneto conteplando esos ojos escarlatas, y luego le explique como ivamos a explorar-yo voy a ir por los arboles, mientars tu buscas por el suelo, asi tendras una vison mas amplia de esteno pude controlar mi sonrisa, me exitava la idea que un vampiro me ayudara a buscar la flor, era exitante.te parece bien el plan?

Rastreé por donde había venido, la parte sur de aquél salvaje lugar. Las plantas parecían cada vez más altas, y la luz de las estrellas no alcanzaba a iluminar mi camino. Tuve que recurrir a mi intuición y al tacto.

Las plantas que me rodeaban estaban húmedas, y el suelo fangoso atrapaba mis botas entre sus viscosas fauces. No podía abrirme camino a espadazos, porque a saber a qué podía golpear, y si era un animal, dudo que le hiciera mucha gracia despertarse con un corte.

-Cuando vea una cosa que no cuadre, supongo que habré encontrado la dichosa flor...- comenté, a la nada, que era mi compañía. Como no sabía qué mas hacer, empecé a canturrear suavemente, a tal de no despertar a ningún ser que no tocara.

-El chiquillo sin nombre creció para ser la mano que te cuida, que te escuda, o que mata a tu voluntad...La elección qué tomó aún no podía comprender, pues su sangre era un oscuro secreto que debían dirigir...Estaba dividido entre su honor y su único y verdadero amor. Rezó por ambos pero le fue denegado...Tantos sueños ro...- mi canción se vio interrumpida por la figura que se alzaba ante mi persona. No podía ser. Caí al suelo del susto.

-¿Mamá?

-De acuerdo -le dijo a Haruko, sonriendo mientras enseñaba sus afilados colmillos.- Entonces yo buscaré por el suelo.

Mientras caminaba con la infernal, iba buscando alguna señal de aquella flor que pudiera ver entre las plantas y los arbustos.

Le preguntó una cosa:

-Oye, ¿no tendrás por casualidad alguna muestra de esa flor? O algo parecido. Así podría olerla y me sería más fácil encontrarla.

no pudo escuchar la prgunta que me hacia nacora, tenia la mente y los ojos puestos en una figuara que estaba apoyada en un arbol,no podia ser devia ser un error, mis ojos se abrieron mucho y una lagrima bajo pero mi mejilla, él no podia estar aki, era una ilusion. mi labio temblaba , él se acercaba cada vez mas asta que pude contemplar otra vez su rostro , era jack....

no , no no eres real.... yo misma te mate con mis manos....

la figura , que parecia jack, se quedo a pocos metros de mii.


no te acerques noo...ers una ilusionno pude contener la lagrimas y perdia la fuerza con cada passo que hacia él, nacora me estaba observando sin entender...