Piezas de recambio y un par de contrabandistas (libre)

El sonido de mi moto asemejaba al más fiero de los dragones cuando se encendió su motor. Me cagué en la puta madre del cordero cuando esta se caló y su sonido se apagó. Me enfurecí y reprendí a Scarlett con la mirada.
-Scarlett, amor mío. ¿¡QUÉ COJONES TE HA PASADO!? - me la quedé mirando unos instantes más, y como la moto no iba a responder a mi represalia, me dejé caer contra el mugriento suelo de aquellos suburbios de las tierras del futuro. Intentando ver el cielo estrellado entre el bullicio de aquél lugar donde se hospedaba en seno del mercado más negro, usurero y especulador que yo conocía.

Pero necesitaba piezas nuevas para mi pequeña Scarlett.

Así que decidí buscar a alguien que me indicara el camino hacia los talleres y hacia Nodlehs, el contrabandista más remajoso que había conocido nunca. Era un paranoico, flipado y rematadamente brillante mecánico.

-¡Scarlett, no te muevas de aquí! ¡Vendré tan rapido como pueda, mi amoooorrrr!- ronroneé, abrazando a mi moto escarlata, besando fugazmente el metal donde se escondía el motor.

Ooroboros había aceptado uno de los trabajos más bien pagados en toda su historia como recuperador. Habían ofrrecido una buena suma por un carburador de unos 20 años de antigüedad que aún funcionase. La tarea no era fácil, ni mucho menos, pero Ooro sabía dónde buscar ese pedazo de chatarra bien conservada. Hacia un año más o menos, un mecánico con un bigote muy característico le hizo buscar componentes de todas la épocas y no por un precio muy alto hay que decir, pero la comida que servía su mujer era bastante suculenta. El Nodlehs vivía en una zona muy poco recomendada, la gente debía dormir con un ojo abierto y un machete en la mano, para evitar ser asesinados. Ooroboros se dirigió a allí y encontró una motocicleta escarlata. Descendió de los cielos y se encontró con alguien que estaba abrazando cariñosamente dicho vehículo.

Esto... sé que no debería meterme en cosas que no me incumben, pero... estás abrazando una moto

Casi siempre acababa en las tierras del pasado y el presente, por lo que esa noche decidió dirigirse hacia las tierras del futuro, para ser exactos, en los suburbios de Bioned.
Le habían hablado bastante mal de aquél sitio, no obstante ella sentía curiosidad sobre aquella zona. Sólo tenía que mantenerse alerta, y eso se le daba bien.

Mientras caminaba, le pareció ver a dos figuras y un vehículo. Se acercó y reconoció a ambos; Will y Ooroboros. La vampiresa sonrió. Ésa iba a ser una noche muy interesante.

-Hola, chicos. -la escena que presenciaba era bastante graciosa. Will abrazado a su querida moto, y Ooroboros mirándolo extrañado. No pudo evitar reírse.- ¿Qué hacéis aquí?

Arqueé una ceja y me volteé muy MUY lentamente. Una vocecilla me obligó a apartar la mirada de Scarlett. Había un...una... esto...

Recordé las sabias palabras de Zell, me aparté de mi moto lentamente y saludé, como desentendiéndome del tema de Scarlett y mi apasionado abrazo.
-Hola majete- exclamé con una carcajada -Pues...Sí, sí, estaba abrazando a mi moto. ¿Porqué lo preguntas, salao?

Entonces una figura de lo que se diría sesi sesi sesi -siempre me ha gustado esa mierda de expresión- interrumpió mi charla, y desvié mi mirada por encima del hombro del muchachillo que me había interrumpido en mi muestra de cariño y pasión hacia Scarlett para contemplarla mejor, y silbé mostrando una certera alegría al ver a Nacora.

-Oh, mira lo que la luna ha traído... Si es la hermosa Nacora con su flamante figura que se digna a bajar a los suburbios. ¡Y vas y coincides conmigo!- me reí.

Siempre es agradable ver a una chica guapa. Y más en estos sitios llenos de mierda.

-¿Qué trae a una preciosidad como tu a este barrio?

El mozo que abrazaba a la máquina desató al vehículo de su asfixiante calor. Era un elfo o eso creyó Ooroboros, aunque por otra parte parecía sacado de alguna película de segunda. Le saludó y contestó cortesmente agachando la cabeza y haciendo una reverencia.

Soy Ooroboros. Me pareció curioso, nada más. No suelo ver gente que abrace a estos cacharros

Al parecer algo llamó la atención del motero y le hizo apartar la mirada del bioángel, fijándose en algo que parecía estar tras él. Ooroboros se giró para observar qué era aquello que le había creado expectación y se encontró con que Nacora había aparecido de la nada. Will silvó y parecía conocer a la chica por la familiaridad con la que se dirigía hacia ella. Ooroboros sintió un punzón en la nuca, declarando que los celos le recorrían la espalda con un suave hormigueo.

Ho-hola Nacora, no esperaba verte por aquí-dijo enrojecido y con timidez- no estoy acostumbrado a ir por estos sitios pero... la verdad es que... me he encontrado con él y bueno, voy a llegar tarde a encontrarme con Nodlehs... je, je.


pensaba que le importaba a Nacora, pero... no soy más que un simple punto en su historia escrita de 900 páginas.

Cuando Nacora apareció, ambos se centraron en la presencia de la vampira. Le hacía gracia ver a aquellos dos juntos, la verdad es que no conocía tanto a Will como a Ooroboros, pero no pegaban demasiado.

-Pues la verdad... -contestó al elfo- es que tenía curiosidad por este lugar. Ya sabes, todas las noches la misma rutina y los mismos sitios... así que intento que mi existencia sea menos monótona. ¿Tú qué haces por aquí? Aunque la verdad, no sé por qué, pero te pega este sitio. -se rió un poco.
Will estaba tan bueno como lo recordaba. Un elfo con perilla, algo que lo hacía resaltar de todos los demás, y con un buen sentido del humor. Era bastante atractivo. Se preguntó si podría conseguir algo de él... Sonrió ante aquella expectativa.

Luego miró a Ooroboros. Seguía teniendo aquella carita de niño adulto tan inocente, aunque esta vez sabía que no conservaba toda su pureza. Se rió para sus adentros recordando aquellos momentos con el bioángel.
De todas formas, su rostro reflejaba algo de vergüenza, pero también parecía algo... ¿molesto?

-Querido angelito mío... nos volvemos a ver. -se acercó a él y le puso la mano en la cara, acariciándole la mejilla- ¿Ya te tienes que ir? Qué pena... -puso una cara triste.- ¿Por qué no vamos los tres juntos? La noche será más divertida. -miró a Will.- Y también más segura. ¿No creéis?

Se separó y miró a ambos a la espera de una respuesta.

Me encogí de hombros, dando por hecho que aceptaba la propuesta de Nacora.
-Yo también iba a visitar al hijo de perra barrigudo de Nodlehs- miré largamente a Scarlett y puse la mano sobre su motor.
-No tardaré, ¿de acuerdo? Me voy, pero no tardaré.

Recordé que no me había presentado ante el angelito, cosa mas rica. Sonreí a medias y le tendí la mano.
-William. William Zerioss. Mis conocidos pasan por llamarme Will, es mas corto y así es más fácil recordar mi nombre cuando se está borracho- me eché el aliento en la otra mano y mi sonrisa se ensanchó -Como todavía no voy pedo, aún se pronunciar mi nombre entero. Es una buena noticia, ¿eh?

Me separé con pesar de Scarlett y miré a ambos -deteniéndome para gozar de la buena vista que era Nacora- y me estiré, intentando desentumecer mis agarrotados músculos.
-Con tres personas, dudo que alguien se atreva a mirarnos de forma desafiante. Le zurramos la badana y listo. ¿Vamos?- ofrecí, echando a andar.

Viernes, nocturnidad entrante, calor en los suburbios(claro,nunca pasa aire¬¬) habia ocupado mi tarde echandole el cable a un conocido por cosas de trabajo, estaba en el garage(aunque por dentro parecia mas bien un chale por su tamaño) de el carroza de Nodlehs, usurpador de bebidas, cuentachistes de profession, i mecanico de hobbye, este hombre aveces me llamaba para que le echara una"runa" con sus reparaciones"antilegalias"

-Oyeme nodlehs, tienes que empezar a pensar en poner aire acondicionado, o eso, o cambiear esa ventana por una de verdad, i no una puerta.

Siempre con sus paranoias, siempre pensando que le trincaran por algo, decidio poner como puerta una ventanita chikitina(con la k me tenia k pelear 30 min para entrar i salir) i una puerta(falsa)pintada brillantemente en la pared.

-Jha lo se men, pero tenes k entender kami no me va el fresco.-me solto con una cerbeza en la mano.

-Ya¬¬,no te va pero bien k ya tas tomao 3 birras.


Estabamos retocando un shelby modelo Hj982, i ibamos a pasar un trato largo.