Tomando unas copas para despejar la cabeza (crónico)

Off: Continuación de: http://eternity.forocreacion.com/banos-f90/necesidad-de-un-objetivo-libre-t183.htm

Esperó allí hasta que apareció la chica del lavabo. Entonces le señaló con un gesto que podía sentarse junto a él.

-Veo que has decidido venir. Me alegra-afirmó con una sonrisa marcada en la cara

No supo qué decir y no quería incomodarla, así que decidió empezar desde el principio.

-Me llamo Ooroboros, como verás, soy un biooángel, aunque ahora mismo oculto mis alas tras la camisa, a veces son un tanto incómodas. Esto... no sé tu nombre.

Seguro que una chica como ella tenía un nombre bonito-pensó mientras la observaba con ojos llenos de expectación.

Al llegar se sentó al lado del bioángel y éste se presentó.

No estaba segura de decirle su raza, pues no quería meterse en problemas.

-Yo me llamo Nacora. Encantada -le sonrió timidamente.- Hacía mucho tiempo que no veía a un bioángel...

El camarero se acercó y preguntó qué querían.

-Eh... yo no tengo mucha sed... -miró a Ooroboros, para que pidiera él.

Se sorprendió al ver que su compañera no iba a pedir nada. Pero lo dejó pasar, no siempre hay que tomar algo, al menos eso es lo que creía. Le incomodaba un poco la mirada de su acompañante de mesa, pero intentó no pensar demasiado en ello.

-Yo tomaré J&B con Coca-Cola.-respondió tras pensárselo un rato.

Al ver que el camarero se apartaba, giró la cabeza y se volvió ante Nacora.

-¿Y bien, que hace una chica como tú por aquí? Espero que los lamentos que he escuchado antes no fueran con la intención de terminar con tu vida, el suicidio no arregla nada, te lo digo yo que he estado en el cielo.

Se fijó en el color de los ojos de Ooroboros. Eran muy parecidos a los suyos, y le llamó la atención.

Después de que éste pidiera la bebida, se giró hacia ella y le hizo una pregunta. Nacora se extrañó. ¿Tenía acaso el aspecto de querer suicidarse? Se dio prisa por contestar.

-N-no, para nada. -abrió los ojos como platos- Es solo... que a veces no le acabo de encontrar sentido a mi existencia. Es simplemente por el mero hecho de no tener ningún objetivo, mi vida es muy larga y no sé qué hacer exactamente con ella...

Se preguntó qué diría él si le decía qué era ella, y creyó que no tendría problemas, al menos no muchos, pues parecía bastante majo.

-Yo... esto... No sé si te lo habrás imaginado ya, pero... soy vampiresa. -se lo quedó mirando, fijando sus ojos sobre los de él, tan parecidos a los suyos.

Recapacitó sobre lo que aquellas últimas palabras significaban.

Una vampiresa, eso significa que pertenece a la raza de los vampiros y, por lo tanto, tiene malas intenciones, o al menos eso es lo que está supuesto.

-No importa lo que seas-dijo finalmente- no veo que tengas malas intenciones, ya sabes, las apariencias engañan. No acabo de creer que todos los seres malignos seáis tan malos como para no tener algo de bondad en vuestros corazones. Sobre lo que has dicho del sentido de la vida, la verdad es que yo tampoco le encuentro mucho sentido.

El camarero volvió con un vaso largo y vertió los líquidos, mezclándolos. Dejó la lata encima de la mesa y se retiró.

-Bueno, sé que no quieres tomar nada, pero yo no voy a terminar todo esto, y la verdad es que me gustaría compartirlo-Miró a la vampiresa con ojos espectantes, esperando que contestara y aceptara la ofrenda.

No esperaba aquella respuesta, por lo que se sorprendió un poco.

-Bueno... no tengo malas intenciones, realmente nunca las he tenido. Simplemente vivo. Sí, es posible que mate a humanos para alimentarme, eso no lo puedo negar, pero la verdad es que no conseguí adaptarme a la sangre de los animales. De todas maneras, no los mato haciéndolos sufrir; a no ser que sean malas personas o me caigan realmente mal, todo hay que decirlo.- hizo una pausa para respirar, pues había dicho muchas cosas.

No sabía cómo se tomaría eso Ooroboros, pero ya lo había dicho y no podía hacerle nada.

-No obstante, no tengo intención de ponerme en contra del Bien, ni de actuar junto al Mal. De hecho si la tuviera, significaría que tendría algún objetivo que cumplir, y como ya sabes, no lo tengo.

Miró cómo el camarero le preparaba el J&B con Coca-Cola a Ooroboros y luego se iba.

-Oh... Bueno, quizás lo pruebe, gracias.

Él le tendió el vaso y Nacora bebió un poco. Tenía buen sabor, y notó cómo la garganta se le calentaba lentamente. Era agradable.

-Gracias. -le sonrió amablemente.

Era cierto que había visto a otros bioángeles, incluso a biohumanos, pero nunca había tocado alguna parte mecánico de estos, por lo que se permitió el lujo y le acarició el antebrazo mecánico a Ooroboros.

-Está... frío. Como yo. -sonrió, sin apartar la mirada de aquella extremidad.

Sonrió al ver que Nacora sorbió de aquel brebaje. Pensaba que no lo haría, o que simplemente rechazaría la oferta. Al notar como ella, tras agradecerle el beber, le tocó el brazo, Ooroboros se sonrojó. No estaba aún acostumbrado a que la gente le tocase. Cierto era que la parte que la vampiresa había tocado, no pertenecía a su cuerpo desde hacia mucho tiempo, aún así, al estar conectado con sus nervios, reconoció la caricia.

-La verdad es que es un inconveniente a la hora de desvestirse y muchas otras cosas-respondió con voz temblorosa.

Se acercó el brazo que le quedaba libre al tubo y bebió un poco de aquella mezcla. La vista empezó a emborronarse y la cabeza le pesaba más de lo normal.

-Creo que no voy a poder beber demasiado, me siento un poco mareado.

Miró a Nacora y se fijó en sus pupilas.

- Me alegra tener razón al decir que tienes una parte bondadosa. Yo también tengo mis asesinatos, pero supongo que son gajes del oficio.

No se esperaba que aquel ser hubiera cometido asesinatos, así que lo miró un poco perpleja.
También le pareció extraño que solo por probar un poco la bebida, notara ya los efectos del alcohol. Aunque le parecía divertido.

-Bueno... no pasaría nada por pillar el puntillo -sonrió.- De todas maneras, ya te aseguro que no tengo intención de morderte. -aunque no nombró que le gustaría probar su sangre.

Tomó un par de sorbos más. Notó calor de nuevo. Hacía tiempo que no bebía, y lo encontraba muy interesante. Sonrió para sí misma.

Se acercó un poco a Ooroboros, le acarició el brazo suavemente.

-Por suerte, aún conservas gran parte de tu cuerpo... y el tacto es bastante agradable. -acercó su cara a la de él e inspiró, con los ojos cerrados.- Hueles muy bien.

No sabía qué hacer ni qué hacer. ¿Olía bien? Él nunca se había parado a olerse a sí mismo, simplemente no pensaba en ello.

-G-gracias, supongo-dijo tímidamente, con una voz ahogada en saliva.

Miró a la vampiresa y detectó que estaba más próxima de lo que solían los demás. Volvió a sonrojarse, aunque esta vez fue más exagerado.

-Cla-claro, conservo prácticamente todo mi cuerpo, solo tengo parte del brazo y una rodilla prestados-confirmó nervioso.

Le divertió mucho la reacción de Ooroboros al haberse acercado tanto a él. Estaba completamente rojo.
Se separó un poco, pero no demasiado, quiso seguir estando bastante cerca suyo.

-¿Parte del brazo y una rodilla? Hum... Lo de la rodilla no lo sabía, supongo que por el hecho de estar tapada por los pantalones. -acarició su cuello.- Bueno... me alegro de que conserves casi todo tu cuerpo... es mejor así. Para ti, claro. -sonrió divertida.

Le dio un beso delicado en el cuello y le susurró a la oreja:

-¿No quieres un poco más de J&B...? -le tendió el vaso después de haber tomado otro sorbo.

Aquel beso le quemó como el fuego y extendió su calor por tod su cuerpo. No entendía muy bien el porqué, pero se sentía más receptivo. Al acercarle Nacora el vaso, lo contempló por un instante.

-¡Vale!-dijo sin pensárselo dos veces-No estoy habituado a estos licores, pero por un poquitín más no va a pasar nada.

Agarró el cristal y lo volcó, derramando el contenido sobre sus labios, introduciéndolo dentro de la boca y haciéndolo pasar a la guarida que se encontraba bajo la garganta, allí donde se digerían los alimentos. Unos segundos más tarde, Los ojos mostrabanun mundo más lento que el que antes se mostraba ante él. Giró la cabeza y miró a la vampiresa.

-No sé porqué, pero creo que no debería tomar mucho más. Esta bebida no me sienta muy bien. No acabo de entender como los humanos pueden beber litros enteros y mantenerse serenos-comentó entre balbuceos.

No estaba muy segura porqué, pero aquel bioángel le atraía de manera extraña. Estaba a gusto con su compañía. Quizás fuese porque era el único ser angelical que no la había tratado mal; no estaba segura.
Vio que Ooroboros actuaba un poco más lento, como si le pesara la cabeza. El alcohol le afectaba. Y eso le parecía bastante interesante a Nacora.

-De acuerdo, no te preocupes. Si no quieres beber más, no bebas. Pero yo sola no creo que me lo termine... -mintió divertida.

Bebió un poco más y sintió también los efectos de la bebida. Pero notaba su cuerpo más caliente y eso le agradaba, pues estaba acostumbrada a estar siempre completamente fría.

-Mira... ya no estoy tan helada como antes. -puso su frente sobre la de él. Sintió como éste enrojecía.- Normalmente tengo los labios congelados, al igual que el resto de mi cuerpo. ¿Quizás ahora estén a una mayor temperatura...? Comprobémoslo... -acercó sus labios a los de él y los rozó, para finalmente besarlo. No pretendía meter la lengua, pero al acercarse tanto a él sintió aquella necesidad y lo hizo, jugando con la lengua de Ooroboros.
Luego se apartó suavemente de él y bebió un poco más.

-Sí... creo que esto me da más calor... -sonrió.

Al poner Nacora su frente contra la suya no pudo evitar sonrojarse.

Seguro que parezco tonto, debe pensar que soy idiota-pensó

Al juntar los labios, no sabía cómo reaccionar, así que se dejó llevar. Sentir la lengua de Nacora jugar con la suya le hizo temblar. Al alejarse la vampiresa a por un trago, incluso echó de menos esa sensación.

-Creo que ha habido un malentendido, yo solo quería...

No terminó la frase, pues se acercó a la vampiresa, volviendo a enfrentar los labios, aunque él no se atrevió a dar el paso que era necesario para besarse. La miró fijamente y se recostó de nuevo en el sofá, esperando que ésta hiciera algo al respecto.

-¿Un malentendido..? No he dado por entendido nada, al menos yo no. Sólo quería mostrarte que el cuerpo de una vampiresa también puede calentarse, por raro que parezca... -sonrió.

No se esperó que éste hiciera ademán de besarla, y eso le sorprendió. No obstante, no la besó y se recostó en el sofá. Nacora sonrió más aún. La cosa se ponía cada vez más interesante.

Se acercó mucho a Ooroboros, y puso una mano en cada lado suyo, apoyadas en el sofá. Lo miró fijamente.
Acercó de nuevo su cara y rozó sus labios con la oreja de éste.

-¿Y si... -susurró suavemente- hago esto...?

Pasó la lengua perfilando su oreja delicadamente, para luego introducirla un poco en ella. Después de haberle lamido la oreja, bajó por la cara, besándolo, y le volvió a dar un morreo, esta vez más apasionado.
Mientras lo besaba, pasó una mano por detrás de la nuca, agarrándole el cabello, y la otra acariciándole la cadera, por debajo de la camisa que llevaba el bioángel.

Separó sus labios y los acercó de nuevo a su oreja, aún húmeda. Gimió ligeramente.

Nacora volvió a acercarse a él, esta vez lo acorraló con los brazos, apoyando las manos justo a cada lado, creando una jaula para el bioángel. La vampiresa se acercó más a él y le resiguió la oreja con la lengua. Ésto hizo que se estremeciera y deseara más a aquella chica que hacía escasos minutos era una desconocida. Al volver a juntar los labios de nuevo, Ooroboros sintió como un escalofrío le recorría la espalda y le empujaba ante aquella chica. Ésta volvió a la oreja y gimió, el bioángel no esperaba tal reacción y ese sonido hizo que su deseo aumentara exponencialmente.

-No sé si es por el efecto del alcohol, o por que me has drogado, pero ahora no puedo pensar en otra cosa que en besarte y acariciarte-espetó entre susurros.

Entrelazó los dedos con el cabello de Nacora y con un gesto suave acompañó la cabeza, hasta poner los labios alineados. Entonces se decidió a dar el paso, adelantó el cráneo para encontrarse con su objetivo y la besó apasionadamente.

Creía que no podría hacerlo

Las lenguas estuvieron en contacto de nuevo, pero esta vez fue diferente, pues ambas tenían ansias de acariciar a la otra.

Lo que le dijo Ooroboros le encantó. Se sintió realmente bien, y se dio cuenta de que estaba de acuerdo con él.
Se sorprendió al ver que el chico consiguió dar el paso y besarla. Aquel beso era distinto, era más apasionado y más ansiado.

Se dio cuenta de que cada vez se posaban más miradas sobre ellos, y no tenía intención de llamar la atención y los echaran del bar. Aún así, su cuerpo le pedía más. Se le ocurrió una idea.

-Nos... observan. -señaló con la cabeza a la gente del bar.- A mí personalmente no me importa, pero no quiero meterme en líos...

Le susurró en la oreja:

-Yo creo que voy a ir a una de las habitaciones del motel... Si quieres venir, ven. La puerta estará abierta para ti. Pero no te voy a obligar, claro. -dicho esto, le mordió suavemente la oreja, haciendo que él se estremeciera.

Se separó lentamente de Ooroboros y se fue hacia la salida.

(Continúa en http://eternity.forocreacion.com/habitaciones-f89/extranas-circumstancias-acordado-t204.htm#2367)