Nacora escuchó lo que dijo Ooroboros, pero cuando se decidía a contestarle, Snow y Kaymi parecieron encontrar algo interesante.
Se habían topado con una enorme sala donde se encontraba un asqueroso cadáver con un puñal clavado. No pasó por alto las tres puertas que yacían al fondo de la estancia.
-Parece ser que nos hemos encontrado con el quid de la cuestión; eso es lo que emana esta horrible peste. -dijo arrugando la nariz. Se acercó al cadáver.- Hace días que está muerto. Es de una humana. -dirigió la mirada hacia las puertas- Pero me da que un solo cuerpo no puede provocar tanta olor, así que si queremos descubrir más cosas, tendremos que buscar por esos caminos.
Se quedó pensativa, ideando un plan.
-Está bien, en caso de que todos queramos investigar sobre este tema, podríamos hacer una cosa: Kay por una puerta, Snow por otra y Ooroboros y yo por otra. -miró a éste último, indicándole con la mirada que así él le podría decir lo que quería. Luego se dirigió a los otros dos.- ¿Os parece bien?