Antes de todo... [[Libre]]

-Capullos-mascullé, alzando un puño en su contra teatralmente- No tienen respeto a sus mayores.

Entonces noté como Phoenix se recojía sobre sí misma entre mis brazos, y un escalofrio muy cálido me llenó por dentro. Era pequeña, en comparación a mi, digo. Era como volver a tener entre mis brazos...alguien a quien querer. No quise pensar en ello, solo quería sentir esa estupenda sensación que provocaba el simple roce de su piel, y estando sobrio. Increíble.

Me beso, y dos veces. Ninguna de ellas me las ví venir, bueno, quizás la segunda, pero me hize el loco. Me sentí bien, mejor que en mucho tiempo. La miré, perplejo. Al principio de aquella noche mi única idea era emboracharme para quitarme el frio del mar, y ahora...Ahora estaba tranquilo, como no lo había estado en mucho tiempo. Y increiblemente, no me sentí culpable, al menos no mucho.

-Tienes razón-la acallé con un beso en la frente- Esta noche no nos interrumpirán-dudé. No quería dejarme llevar por el instinto animal que tenía por conciencia, quería hacer las cosas bien. Aunque me jodió en el alma aguantarme- Vamos a cotillear, soy una gran maruja-bromée, aprisionándola entre mis brazos- Y luego-le susurré entre pelo y oreja- Iremos dónde tu quieras, fuera de esta casucha.

Me levanté, desatándola de mi cuerpo y me planté frente a ella, extendiendo una mano para ayudarla a incorporarse, con mi más sentida sonrisa de caballero.

Ilyria no queria partarse del regazo de Dellios, pero ante su petición cedio, sonriendo levemente sin quitarle la vista de los ojos tomo la mano de Dellios... Era incomodo tocar la piel de este solo con los dedos, por pimera vez sus largos guantes le molestaban, queria sentir su piel contra la de él, Pensó en quitarselos durante un segundo, pero se detuvo, no era le momento, ni el lugar .

¿Estaba más tranquila?, pues si algo estaba, las sensaciones en su cuerpo y el calor se habían estancado una vez que se separo de Dellios.

Antes de ponerse de pie, giro su rostro para ver el reloj, tenía un duelo pendiente, y debía llegar a tiempo, no perdería la oportunidad, mientras se fijaba como las manillas del reloj se movian suspiro, aun le queda tiempo y mucho.
Volvio su mirada a Dellios y sonrio cerrando sus dedos entre los de Dellios.

- Pues.. vamos a Cotillear...- dudo unos instantes antes de seguir hablando- Dell...Dellios- sonrio mientras lo miraba a los ojos, su corazón palpitaba fuerte, pero no tanto ocmo hace rato, calculo más o menos el tiempo que le quedaba y se dispuso a seguir a su acompañante

Sonreí cuando me extendió la mano. Por un momento dudé, se me cruzó por la cabeza que la rechazaría y esperaría dentro. Quizás la noche se pondría interesante, pero con cariño, sobretodo.

Al cojerle la mano, noté como doblaba los dedos, incómoda. Quizás la he apretado muy fuerte, pensé algo aflijido, pero al momento se giró hacía mi y la ví tranquila. Eso me relajó. Una vez cojida, y bien cojida, empezé a conducirla hacía la salida, y cuanto más me alejaba de la putrefacción de los ebrios residentes, mejor me encontraba. ¿Cómo coño he aguantado tantos años viciandome a este aire?, me fustigé mentalmente, y luego recordé lo que me gustaba el alcohol y me callé sonriente.

Noté como Phoenix se giraba varias veces a contemplar el reloj de paret que el amo del lugar tenía al final de pasillo, y me inquietó. Pero al ver que permanecía a mi lado, no le dí más importáncia. Quizás crea que es tarde para andar por la calle, especulé libremente. Para luego sonreir picaramente, quizás no haga falta que estemos en la calle, precisamente.

Me paré en seco al oir como pronunciaba mi nombre, entrecortadamente. Luego no añadió nada más, y me sonrió. Quizás le de corte estar con kath, pensé divertido. Le pasé un brazo por la cintura y la arrastré hacía fuera, dónde el aire frio y fresco nos sacudió al salir, o al menos a mi, que hasta ma dolió.

Oteé y, a primera vista, no ví nada. Parpadeé varias veces hasta que mis enteladas pupilas se acostumbraron a la fresca penumbra de la noche, y fué cuando distinguí sombras oscurecidas bajo la tutela de los crecientes árboles que delimitaban el final de los timidillos arbustos y el comienzo de su territorio.

-Vamos-incité a mi acompañante, pero en vez de sujetarla por la cintura, le agarré de la mano. Era más comodo por la altura. Me sentí un poco crio- Tortolitos-me burlé alto para que me oyesen.

Salio del lugar junto con Dellios, al abrir lapuerta, una brisa recorrio el lugar, sonrio sintiendo como el aire marino llenaba sus pulmones, cerro los ojos y respiro profundamente, se sentia plena, el viento jugueteo con su cabello y su ropa, extendio su mano suavemente y sintio el viento pasar por entre sus dedos.

Una vez que la brisa se hubo ido, abrio los ojos mirando a su alrededor, la luz de la luna iluminaba el lugar, miro a su alrededor y movio su mano hasta tomar la de Dellios, miro el contacto que se producia entre ambas manos y subio su mirada por el brazo de Dellios hasta llegar a sus ojos, sonrio levemente y antes de partir se acerco a su rostro y beso suavemente sus labios, no lo pudo evitar, tampoco queria evitarlo.

Comenzaron a caminar y Dellios elevo la voz gritandoles a la pareja hacia allá.

- tu crees que queiran que los molesten?- sonrio mirando hacia Kath y el chico

Había posado mi -precioso- trasero en la hierba, que, a pesar de estar húmeda, era extremadamente cómoda. Invité con un gesto a Rextrom para que se sentara o delante mío o a mi lado. Me había caído bien, daba una interesante conversación.

Cosa que no podía decisre de mi buen amigo, entre mujeres y alcohol, apenas tenía tiempo para hablar.
Aunque tampoco era algo que nos hiciera falta, si teníamos en cuenta que vivíamos bajo el mismo techo. Tosí levemente al oír la estruendosa voz del hombre en el que me hallaba pensando en esos instantes, y me carcajeé.

-Dichoso osezno- dije, entre risas -Cuando tu dispongas, nos largamos, ¡que las camas de la posada no se pueden comparar a la cama de Azhian!- me burlé, a sabiendas que el único que entendería la grotesca chanza sería él. Miré a Rextrom -Tu ni caso, ya debe estar....¡BORRACHO DE AMOOOOR!- grité eso último entre carcajadas.

Me volví a hacer el loco cuando me besó, me encantaba. Al llegar dónde estaban, los encontramos, a uno de pie medio escondido y a la otra tirada en el suelo como un perro seco.

-Muy chistosa, princesa-le seguí al chanza, a sabiendas de que ella sabía que solo yo la entendería. Dichosa cria, tan joven y tan pillada, porque quien no para de hablar de alguien...

Luego enmudecí, girando mi acalorado rotro hacía phoenix, al hecho que inmediatamente me arrepentí, y lo encaré de nuevo a mi amiga. Cabrona rencorosa, mascullé interiormente, como si me hubiese escuchado la burla silenciosa de antes. Despues, me dió por reir. Algo de razón llevaba la condenada. Miré de reojo a mi acompañante y le sonreí.

-Más quisieras estar tu en mi lugar, con tu querido AZHIAAAAAAAN-me cachondeé, imitando su vocecilla de gato ahogado- Pues, a menos que querais pastar como cabras, vamonos a algun otro lugar y a aguantar hasta que aguante el sol!

Phoenix mira a Kath y a Dellios, se veían tan a gusto conversando intercambiando bromas, sonrio mientras a su mente llegaban lejanos recuerdos, recuerdos de cuando era capaz de compartir ese tipo de conversaciones, un debil y triste suspiro se escapo de sus labios, paso una de sus manos por sus brazos mientras los escuchaba hablar en silencio.
" al menos no soy la única..." pensó mientras miraba al chico de mirada ausente, volvio a suspirar.
siguio escuchando la conversación y miro a Dellios cuando comento lo del sol.

"¿Sol?... dios... como le digo que no puedo... que debo irme... por otro lado... espero vivir para volver a verlo" cerro los ojos y se agarro al brazo de Dellios pegandose a su cuerpo

El último comentario de aquél mastodonte me hirió. En el fondo, sabía que no era para ofenderse, pero aquél comentario ligeramente malicioso hizo que me diera cuenta de algo. Había buscado como excusa, para ahogar el abrumador sentimiento de soledad, la "felicidad" o "dicha" de Dellios al estar con otra persona.

Creyendo que aquél juego me iba a distraer de tan patético sentimiento. Doblé las rodillas y enterré mi cabeza en ella.

Me había equivocado. A la porra el buen humor.

-Empieza a correr, maldito vagabundo- gruñí, desde mi improvisada protección -Como te alcance, te arrancaré los ojos con una cucharilla de café, igual que tu querido amiguito Zell.

Tomé aire varias veces, intentando dejar de darle vueltas al estúpido tema.

-Muérete, imbécil...

Noté a Phoenix tensa, oí como suspiraba varias veces y como pucherazo final, se pegaba a mi brazo, temblorosa.

Para colmo, Katherine se enterró en sí misma y empezó a despoticar en mi contra. La cara que se me quedó era la de un puñetero puzzle. ¿Que coño les pasaba a las mujeres cuando se hacía de noche? Respiré hondo, dejándo sin aire a las plantas cercanas, las cuales me miraron mal antes de morirse. Primero, phoenix.

-¿Pasa algo?-empezé con la pregunta habitual para casos de emergencia hormonal, alejándola un poco del bullicio hormonal segundo. A la espera de la pregunta, alzé la cabeza y alerté a mi compañera- Vale, saldré corriendo, pero más te vale venir detrás mio. Quietecita ahí-la advertí, y aunque creo que no se me notó, me corroía la preocupación. Que razon tenia mi santa madre cuando decía que tenia una chancla por boca.

Amenazas, risas, de todo, con ellos dos era así, o eso parecia, Katherine habia amenazado a Dellios y este parecia dispuesto a correr buscando salida de los ataques de su amiga, elevo la mirada encontrandose ocnlos ojos de Dellios y nego suavemente con la cabeza,

-No, nada, esoty bien ^.^- sonrio mintiendo, mientras miraba la luna, quedaba tiempo. De pronto miro a Kath esperando que lo persiguiera y ella se quedara en ese luagr viendolos correr, Sonrio mirnaodolos

No me levanté. No tenía ganas de seguirle el juego. Me limité a lanzarles a ambos una sonrisita, y me incorporé. Colocando ambas manos en las caderas, comencé a andar hacia ambos, con una mueca sonriente. Dicha sonrisa cada vez se iba ensanchando más. Hasta que los alcancé.

-Por mi no os cortéis, ¿eh?- me abalancé sobre Dellios, que cayó por culpa de que no esperarse mi embestida. Lo volteé y me senté en su estómago, desenfundando a Stennka de su funda, para luego clavarla al lado del cuello del hombretón. La sonrisa alegre se había vuelto una de muy macabra. Y Dellios sabía que pasaba cuando aparecía esa mueca en mis labios. Malas noticias.

-Vuelve a sacar el tema y te corto el cuello.

Me quede muy sorprendido por la conversación no entendia absolutamente nada, entonces Katherine se levanto y acabo encima de Dellios con la espada al lado de su garganta. Estaba algo atudido pues no savia que hacer en aquella situacion, era una riña personal y no creo que deviera meterme.

-Esto.... perdon, no quisiera entrometerme pero, no deverias calmaros un poco.

Savia que esto que avia dicho podia causarme problemas asi que, coji la enpuñadura de mi arma listo para desenfundar y parar algun golpe si se dava la situacion de que fuera necesario.

El chico al fin había hablado, tarde, Katherine había arrebatado a Dellios del lado de Phoenix, la chica logro esquivar una posible caida con una magestuosidad casi desconocida... "suerte", se dijo mientras los miraba tendidos en el suelo, Katherine amenazo a Dellios, Phoenix... quizo reaccionar defenderlo, pero no lo hizo, se conocian y... " no es mi asunto" se dijo a si misma mientras se volteaba y caminaba hacia un árbol, se apoyo en el, mientras elevaba la temperatura de su cuerpo para mantenerse calida, y no enfriarse con la brisa marina.

Pero el chico no había tomado la misma descición de ella, y desde la penumbra que el árbol el daba obserbo todo lo lo que ocurria a su alrededor "¿Que haras ahora Dellios?", pensó mientras miraba a ambos, y al chico que quería separarlos, sonrio torcidamente, y luego suspiro alivida. había vuelto a ser la chica que originalemente entrara en aquel bar.

" Al fin reaccionaste tontita... deja de hacerle caso a tus hormonas" se regaño a sí misma mientras se cruzaba de brazos.

Opté por hacer algo que no hacía en mucho tiempo, y que me hubiera ahorrado más de un ostia en los viejos tiempos. Cerrar la boca.

Bajo su peso, noté que pesaba menos. ¿Cúanto habría adelgazado a las ordenes de Azhian? Y empezé a preocuparme, pero luego la contemplé mejor, y supe que no era problema mio. Si a alguien le puede importar tanto otra persona como para estar al borde de la histeria al pronunciar su nombre, se sabe cuando no debes meterte

Y me limité a salir del socabón. Ya la había cagado mucho esa noche, y des de hacía bastante.

-Lo siento-me limité a decir, liberándome facil pero cuidadosamente de la espada, que a pesar de la fueria con la que la había clavado, no había hacertado a incrustarla bien. Y la ladeé proporciándole un suave apretón al levantarme- Ven a los suburbios en dos días-le susurré, y luego sonreí quedamente- Vamos, dame quartelillo y me lo haré pagar.

Me afligia, ¿para que negarlo? Tendría que pensar como me fustigaría en los suburbios, pero era hora de hacer las cosas bien. De una puñetera y maldita vez.

-¿Vienes?-me acerqué a Phoenix, y me extraño mirarla. ¿Que leches le pasaba a las mujeres? Luego sonreí. Si tenía suerte, podría hacer algo del derecho, pero solo si ella me concedía esa suerte.

-¡Lo siento!- me asusté. ¿Qué rayos había hecho? ¡No había excusa ni motivo alguno para mi estúpido comportamiento!

Cuando me apartó, me quedé unos instantes desconcertada. Y sus palabras no fueron de ayuda alguna para volverme a centrar en la realidad.

-¿A los suburbios?- mi sorpresa no era evidente...apenas ¡Se podía leer en cualquier poro de mi piel!

"¡A mi nada se me ha perdido en los suburbios!" gruñí mentalmente, hastiada. Pero me limité a dar un cabeceo y sonreir a mi buen amigo el osezno. Enfundé la espada, tan bien como mi pulso lo permitió, y luego me quedé mirando unos míseros instantes a los que habían sido mis acompañantes aquella extraña noche. Le di un suave abrazo a mi compañero de fatigas y me despedí de todos con una tenue sonrisa.

Tenia mucho que hacer hasta dentro de dos días. Siendo una idea de Dellios, no podía ser nada bueno.

Katherine habia dejado a Dellios, y este la había invitado, a estas alturas phoenix, desde la penumbra con la temperatura de su cuerpo lo suficientemente alta como para combatir el frio de la noche miraba la escena en silencio.
Extrañaba ese tipo de amistad, poder llevarse así con alguien para ella solo era un recuerdo, con la mirada fija en ambos, recordo las veces que se había peleado con Riuuyin, las veces que ella lo había amenazado con quemarlo y sonrio recordando el timbre de voz y la respuesta de él. Las imagenes de su recuerdo se mesclaban con las de Katherine y Dellios.

Pronto la chica elfo se despidio de todos y se perdio en las penumbras de la nocha caminando cabizbaja "¿Donde ira?", se pregunto mirandola caminar. Estaba en eso cuando Dellios lelgo a su lado y le pregunto si iria con él.

Phoenix sonrio mirandolo y se levanto del tronco del árbol caminando hacia él, en silencio, una vez llego a su lado, poso una de sus manos osbre el pecho de Dellios y subio su mirada a los ojos de su acompañante - Que pasara con Katherine?-Pregunto buscando la respuesta en sus ojos, espero medio segundo a que Dellios contestara, y no espero respuesta despues de ello, paso sus brazos por sobre los hombros de Dellios y comenzo a besarlo jugando con su lengua lentamente, extendio el beso por unos minutos pegandose a él, para luego volver a su posición anterior, y sonreir levemente- Y... que pasara con Katherine?-

Me había puesto guapo de lo lindo. Me sacudí la ropa, pringada hasta arriba de barro y polvo. Seguí a la pequeña hasta que desapareció ágil entre los arbustos. Tendré que regalarle otra armadura, o una cota de malla...O un dia me la disparan pensando que vienen un puñado de soldados pensé entre los brazos de Phoenix. Luego la miré a ella, sonriendole solo a ella.

-katherine ya es mayorcita, ¿no crees?-susurré al volver a ajuntar mis labios húmedos con los suyos-retrocedí un poco, pero no ví al muchacho paradito por ningun lado. Simplemente pensé bah- Y quizás tu-la señale con la mirada, haciendola retroceder hasta la sombra de un frondoso árbol, encerrándola, sonriente- y yo podamos hacer esta noche...-medité las palabras siguientes, un poco turbado- Podamos estar juntos-le susurré a la oreja, besándo sus plieges con suavidad.

Phoenix sonrio mientras se dejaba arrastrar por Dellios, apegandose más a el teniendo que elevarse entre la punta de sus pies pegando su pecho contra el de Dellios disfruto el segundo beso.

Escucho sus palabras como un suave manjar coronado por sus besos entre los plieges de su oido, sonrio mientras cerraba sus ojos estremeciendose con las caricias de Dellios, se apego más a el acariciando su nuca mientras el le besaba.

- Pues... si podria- susurro suavemente en su oido aún con los ojos cerrados, mientras se pegaba al árbol provocando que Dellios se pegara más a su cuerpo atrayendolo con suavidad a ella, al tiempo que ella misma llevaba su boca cerca del oido de Dellios comenzando a lamer su lobulo suavemente y jugetear con sus besos en el cuello de este

Silbé, a la par que me arrastraba con ella a las profundidades de aquellos árboles frondosos, casi obligándome a acorralarla. Aunque no lo hacía, lo hubiese echo de todas formas, pero me molaba que me incitase ella. Y continuó con las riendas, mordisqueándome el lóbulo de la oreja, obligándome, esta vez sí, a arquear la espalda de gusto.

-Al menos si llevas tu las riendas no me siento tan pederasta-Bromée. Me suponía que tendría unos veinti cino, o menos.

Le quité el jugetito, y me incorporé por encima, disfutando del aroma que desprendia su pelo. Acariciándole la cara, los brazos y la espalda con la mano que no mantenía sujeta al tronco. Notaba con su piel estaba de gallina.

EL contacto de su piel conla de Dellios la estremecia provocando que se apegara más a el sus poros se abrian sintiendolo , lo tomo del borde de su chaqueta peggandolo a ella aun más, tanto como podía par aque ninguna molecula se interpusiera entre ellos.

-no tienes porque sentirte así...- susurro besnadolo con pasion enredando su lengua en la de Dellios, mientras sus manso recorrian su torso por encima de su desgastada camisa.

- Ahora sobre lo de pasar la noche contigo... tengo otro compromiso antes, pero acabado...- sonrio sensualmente, mientras pasaba las manos por el pecho de este -puedo ser toda tuya-le susurro al oido, par aluego buscar nuevamente su boca y besarlo

La líbido me bajo a los pies, incluso mas abajo, y me cagué en dios.

-¿Otro compromíso...?-balbucée entre beso y beso, algo sofocado por el calor y la noticia. Yo entendía lo que significa tengo otro compromiso antes, pero mi entrepierna no. Aún así, le sonreí pícaramente, ignorando como podía el dolor de mis bajos- Eso espero-le susurré, bajándo por su cuello, besándolo con lentitud- ¿Y a que hora dices que tienes ese otro compromiso?-me aclaré la voz, algo, demasiado ronca para el momento-Porqué, de momento...

Y me controlé, aunque mis manos quedaron retenidas a la altura de sus muslos, y dios sabe que si hubiésemos estado en un lugar privado la habría alzado a pulso contra el arbol. Pero no, estábamos en un jodido bosque, y hasta en los bosques habían ojos.

-En serio, ¿a que hora tienes el compromiso?-repetí, esta vez agazapándome encima suyo, colocándo mi barbilla en su hombro. Rodeándola por completo en un cálido abrazo. Supuse que así no pasaría tanto frio, y encima tendría que largarse sola a vete tu a saber que.

Phoenix sintio el abrazo de Dellios y su barbilla contra su hombro, sonrio levemente sintiendose como un agato acurrucado bajo la luz del sol, acomodo su cabeza entre el hombro y la cabeza de Dellios mientras lo abrazaba de vuelta.

- Tengo un duelo...- se paro ens eco, no podia creer que lo había dicho, ahor atemía a la reaccion que esa noticia provocaria, trago saliva y apreto sus puños sobre la espalda de Dellios - en... mas o menos una hora más- siguio sususrrando sin soltarlo. "Dios... creo que la he cagado..." penso mientras cerraba los ojos, y se dio cuenta que dentro de su ser se debatia entre seguir ocn Dellios o ir al duelo... ahor aambas cosas se habían vuelto importantes, Dellios, poruqe se sentía demasiado ligada a él, y el duelo solo por seguir cumpliendole a Riuuyin.. pero... "¿Y... si pierdo?" el estomago se le revolvio al pensar en ello y en como podía acabar, despue sde todo, tenía un duelo contra un duelista.

Se me paró la respiración en seco. ¿Un QUE?

Pero no la solté. En ese momento no me respondían los puñeteros brazos. En los duelos moría gente, a menos que fuese uno de barro y goma espuma, vamos. Entonces el premio eran caramelos.

¡Y encima en una hora! Miré al cielo Oh vamos, no me jodas jadee sin voz, algo, muy aturdido.

-¿Cómo coño se te ocurre meterte en una mierda de duelo?-luego me arrepentí del tono, no de lo dicho-perdona-mascullé sin soltarla. ¿Creía que en los duelos no moría nadie, o que?
Respiré hondo. Las cosas no siempre salían mal, a demás, no era nadie para prohibirle nada

-No te me vayas a morir en un puñetero duelo.

Se me hizo un nudo en la garganta, así que me callé. Pero no la solté.

No la había soltado despues de aquella reaccion, tampoco era que Phoenix esperaba que lo soltara, suspiro mientras se apegaba más a él "si... la he cagado", pensó mientras el guardaba silencio pensando en quien sabe que cosas.

"como se me ocurrio?", se volvio a preguntar a si misma y comenzo a debatrise entre un "Le digo la verdad o simplemente omito información?", se apego más a él, el tono de reprención hizo sonreir a Phoenix, hace muchoq ue no le llamaban la atención de auqella manera... Desde la muerte de Riuuyin para ser mas presisos, elevo su mano ya caricio la nuca de Dellios, mientras en su mente formulaba la respuesta, Si la situación se había vuelto tensa, y ella también comenzaba a temer por su vida... por su cuerpo, por todo lo que ella era. Pero ya no podía dar marcha atras.

-como?, solo, vi un anuncio y... necesitaba el premio... lo necesito aún, y si pierdo seguire necesitando la información para continuar- susurro en el oido de Dellios con los ojos cerrados.

-no te preocupes... te rometo que no morire- termino en un leve susurro la oreción tratando de tranquilizar a Dellios, Beso su mejilla suavemente y acaricio suc abeza en sielncio